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El 'Ansias' se vuelve generoso

Cristiano, que regatea y finaliza menos jugadas individuales, ya lleva un tercio del total de los pases de gol que dio el curso pasado

L. J. MOÑINO / HUGO JIMÉNEZ

En el presente curso liguero Cristiano lleva tres asistencias de gol y Mourinho ha elogiado cada una de ellas. El entrenador portugués parece estar muy interesado en difundir que su jugador de cabecera está en un proceso de transformación, que él trabaja para convertirlo en un futbolista más colectivo. Mourinho es consciente de que el egoísmo de Cristiano cuando anda el gol de por medio irrita a gran parte del vestuario. Su voracidad rematadora y su obsesión por los récords le han deparado que en Valdebebas se le bautice como el Ansias, hartos la mayoría de sus compañeros de su individualismo en las inmediaciones del área. No hace mucho, un jugador del Madrid y otro del Barça bromeaban sobre la responsabilidad la lanzar los penaltis en sus respectivos clubes. 'En mi equipo, porque está el Ansias, si no, los tiraba yo', bromeó el madridista.

Si en Cornellà Mourinho quiso reafirmar su entente cordial con la parte española del vestuario juntando hasta siete de ellos sobre el campo, en la sala de prensa, sin que nadie le preguntara por ello, elogió las dos asistencias que dio Cristiano. Cuando pretende difundir un mensaje, si las preguntas no le dan la oportunidad de propagarlo, Mourinho lo lanza aunque no venga a cuento.

En Cornellà se vio a un Cristiano más colectivo ante el gol

Al término del partido con el Espanyol, le cuestionaron por Higuaín y apeló al trabajo en equipo, aunque lo remató con un elogio a la rebaja del egoísmo de Cristiano: 'Higuaín es un gran jugador, estuvo bien, pero, a pesar de que vosotros [la prensa] lo olvidáis, es tan importante marcar como trabajar para el equipo. Todos han trabajado y Cristiano ha dado dos asistencias maravillosas'. En Cornellà se vio a un Cristiano más colectivo ante el gol.

La pasada temporada, cuando el inicio de curso reveló a un Cristiano excesivamente individualista en sus seis primeros partidos de Liga chutó 49 veces, nueve más que en los seis del curso actual, a Mourinho se le preguntó por qué un entrenador que se caracteriza por el trabajo colectivo consentía ese individualismo que se apreciaba cada vez que Higuaín y Cristiano se ignoraban cerca del área. Su respuesta apuntó hacia una asociación que se daría con el tiempo y los partidos y que no era necesario trabajarla mucho. Los reproches que ha recibido del vestuario por consentir todo a Cristiano le han hecho cambiar de parecer e iniciar esa transformación de un futbolista que cuando enfilaba la portería casi siempre se fijaba antes en la situación del portero que en la de un compañero.

No es la primera vez que esta temporada Mourinho ensalzaba un pase de gol de Cristiano

No es la primera vez que esta temporada Mourinho ensalzaba un pase de gol de Cristiano. Tras el primero que dio ante el Getafe, el entrenador portugués tuvo un gesto que nunca se le había apreciado. Cristiano, pegado a la banda izquierda, soltó un pase horizontal de casi 40 metros, corrido, raso y milimetrado para que Benzema lo cazara a la carrera. Mourinho abandonó la zona técnica y recorrió la banda para felicitar personal y efusivamente a su compatriota. Le hizo un gesto en el que le daba a entender que él también puede dar pases de gol si se lo propone. El Cristiano más acaparador hubiera proseguido la carrera, pero se paró, divisó a Benzema y soltó esa reliquia que enfervorizó a su técnico.

Las dos asistencias de Cristiano en Cornellà tuvieron un gesto técnico que no es habitual en él. Levantó la cabeza para buscar a un compañero en dos situaciones en las que lo habitual era que lo hubiera hecho para ver portería y armar el disparo. En ambas jugadas fue la punta de lanza del contragolpe, pero no los finalizó él. En el primer tanto asistió a Higuaín, el futbolista con el que ha protagonizado más de un enfrentamiento gestual por no pasarle el balón. Su segundo destinatario fue Callejón. Le dio el pase tras un recorte de tacón y fijarse en su desmarque antes que en descubrir un hueco factible para superar a Cristian Álvarez.

El propio Cristiano también se encargó ayer de difundir esa refundación de su yo futbolístico: 'Yo también tengo que ayudar a mis compañeros a marcar goles. Es parte de mi trabajo. Mis compañeros también me pasan y yo también a ellos. Hay que hacer lo mejor para el equipo'.

Las tres asistencias de gol que suma Cristiano representan un tercio (9) de las que firmó la temporada pasada. Su frecuencia de remate es similar a la del curso pasado, uno cada 11 minutos, pero ha disminuido el número de regates intentados: ha pasado de uno cada 14 minutos a uno cada 17. Sus remates tras jugada individual los ha reducida a la mitad: uno cada 518 minutos (254 el año pasado). El Ansias se ha vuelto generoso.

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