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Argentina: un triunfo y muchas dudas

EFE

Tras el debut triunfal ante Bosnia en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, la selección argentina regresó a Belo Horizonte, con algunas certezas y otros interrogantes sobre los planteamientos tácticos de Alejandro Sabella.

La actuación deslucida de la albiceleste, sobre todo en la primera parte, abre algunas cuestiones a tener en cuenta para el segundo partido, el próximo sábado ante Irán en el estadio Mineirao.

El esquema con cinco defensas, tres centrocampistas y sólo dos delantros, con el que Alejandro Sabella determinó el comienzo del encuentro ante los europeos, marcó variados contratiempos. Sólo el gol inicial en contra de su portería de Sead Kolasinac a los tres minutos de juego permitió a los argentinos tener la tranquilidad de ir al frente en el marcador.

Los dos cambios en el descanso, con la entrada de Gonzalo Higuaín y Fernando Gago por Hugo Campagnaro y Maximiliano Rodríguez, le dieron juego a la selección sudamericana con el clásico 4-3-3 y una referencia clara en el área.

La sociedad Gago-Messi permitió la explosión del astro del Barcelona, que logró marcar su segundo tanto con la casaca albiceleste tras aquel lejano tanto ante Serbia en 2006. 'Es importante ganar, pero tenemos que mejorar. No es fácil, porque en el primer partido en un Mundial tienes nervios y ansiedad, pero luego hicimos un gran segundo tiempo y así tenemos que seguir', enfatizó Leo tras el partido.

De cara al futuro inmediato, Sabella deberá superar sus incertidumbres y temores para despejar interrogantes y apostar por el esquema tradicional con los Cuatro Fantásticos en campo. 'Que el señor me ilumine para el beneficio de la patria futbolera', había asegurado el seleccionador argentino en la previa del debut.

Con una escuela futbolística que no se permite desequilibrios y construye sus equipos de la defensa al ataque, las resoluciones deberán ser rápidas y expeditivas porque un Mundial no permite tiempos extensos. 'Haciendo un balance de los dos tiempos pondría un seis. Necesitamos mejorar y una parte de esa mejora me atañe a mí', señaló el entrenador tras el triunfo.

Las certezas de poder contar con el líder y emblema para los momentos críticos, de tener una plantilla que permite cambiar sobre la marcha de un encuentro y la circulación de balón intacta son algunos de los puntos altos que rescató Argentina de su debut.

Sin embargo, algunos añejos problemas defensivos, la dependencia de Messi, Di María y Agüero para la explosión ofensiva y la resolución táctica para conformar una identidad futbolística urgen para poder soñar con la triple corona.

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