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Arsenal afilado

Los de Wenger anuncian agresividad ante el Barça

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Siempre es lo mismo ante el Barcelona. Los que pierden avisan de que la próxima vez no serán tan amables con el que es, según Cesc Fàbregas, 'el mejor equipo del mundo'. Si hay un equipo al que resulta casi antinatural sacar el hacha de guerra, ese es el Arsenal. Y sin embargo, algunos gunners quieren hacernos creer que también saben ir de chicos malos.

El jovencísimo Jack Wilshere es uno de ellos. Como testigo pasivo de la eliminatoria de la temporada pasada, sólo se le ocurre que esta vez tendrán que ser más duros. 'Tenemos que plantarles cara y, por así decirlo, ser un poco sucios en sentido futbolístico para recuperar la pelota', dijo ayer. De lo contrario, se pasarán el partido tocando al son que marquen Xavi e Iniesta.

Es el lenguaje que a veces utilizan los rivales del Arsenal en la Premier, y que tanto enfurece a Arsène Wenger.

Habrá quien se eche a reír y no se crea que estos jóvenes con tanto talento son de los que van con la pierna pordelante. El caso es que este año el equipo ha limado los tacos. Lleva 44 tarjetas amarillas y seis rojas, lo que le convierte en el tercer equipo menos deportivo de la Premier.

Fàbregas -cinco amarillas en 19 partidos- no se achica ante ningún adversario, pero tampoco está pensando en matar a nadie: 'Tenemos que jugar sin miedo. En la primera mitad de la ida [del año pasado], les respetamos demasiado. Tenemos que hacer nuestro juego. Eso es todo'.

En el partido de hoy en el Emirates, de entrada cuentan con algo de lo que carecían en 2010. Estará Van Persie, lesionado entonces. Tras reaparecer y devolver a Chamakh al banquillo, se muestra poderoso con nueve goles en los últimos 11 partidos.

Quien también estará es Nasri, el mejor esta temporada hasta su lesión muscular. Wenger da a entender que empezará en el banquillo: 'No tomaré un riesgo absurdo, aunque físicamente está preparado. Quedan tantos partidos por delante que es importante no ser estúpido', ha dicho Wenger.

El entrenador sugiere que en el partido de vuelta veremos a un Arsenal más defensivo de lo habitual, no así en la ida. Una vez más, Wenger reta a sus jugadores para que 'dominen el juego' y se hagan con 'la posesión del balón', algo que pocos equipos osan hacer ante el Barça.

'Si eliminamos al Barcelona, estamos directamente en condiciones de ganar el título', dice Wenger, para quien esta eliminatoria es casi una final.

En el Emirates, es probable que el equipo intente reeditar lo que se vio en la segunda parte de la temporada pasada. Tras recibir un baño espectacular antes del descanso y encajar dos goles al poco de reanudarse el partido, entró en cancha Walcott y todo cambió.

El Arsenal ya no estaba en absoluta inferioridad en el centro del campo y la velocidad de Walcott rompió el equilibro de las líneas del Barça. 'Fue uno de los jugadores más peligrosos con los que nos hemos enfrentado', ha dicho Messi. La velocidad será uno de las pocas bazas que el Arsenal tendrá hoy a su favor.

Dos temporadas, una Liga de Campeones conquistada y una semifinal. En conjunto, el balance europeo desde que Pep Guardiola asumió la dirección del Barcelona es excelente. Sin embargo, el conjunto azulgrana desconoce aún un sabor: el de la victoria fuera de casa en los partidos de eliminatoria. Excepción hecha de la final de Roma ante el Manchester en el primer curso de Guardiola, el Barça ha sido incapaz de sumar un triunfo lejos del Camp Nou desde octavos de final en adelante. Hace dos años, los azulgrana saldaron sus tres encuentros como visitantes con otros tantos empates. El valor doble de los goles en campo contrario les permitió ir superando rivales hasta proclamarse campeones de Europa. La temporada pasada el Barça sumó un empate ante el Arsenal (2-2) y una derrota en casa del Inter (3-1).  

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