Los deportistas son prisioneros de su memoria. El fantasma de la derrota en el último play off de la Liga ACB se apareció ayer a los azulgrana en el último cuarto. Y quedaron paralizados por el recuerdo.

El primero de los clásicos de esta liga a tres bandas se jugó en un ambiente bronco. El público se cegó con los colegiados -cometieron errores gruesos como la antideportiva de San Emeterio-, que pitaron tres técnicas y expulsaron al entrenador local.

El Barça tiró un partido que había amarrado bien al final del tercer cuarto. Se enfrentaban el mejor ataque de la competición, el vitoriano, contra la mejor defensa, y el choque comenzó con una tónica de igualdad. Los azulgrana mandaban por seis en el segundo cuarto (24-30) antes de que Oleson, en una racha tremenda de aciertos en el tiro exterior, y Barak (que se marcó un colosal coast to coast pese a sus 2,17) firmaran un parcial de 11-4 que dejó el marcador parejo (35-34) al descanso.

Los triples de San Emeterio y Teletovic (2) catapultaron al Baskonia (45-36) en la reanudación. Pero el juego dio un vuelco al final del tercer cuarto, convertido en un periodo enloquecido, y los azulgrana se plantaron en el último parcial con una renta de diez puntos (54-64).

Entonces se encendió la caldera. En la grada y en el juego del Baskonia, pese a que su técnico, Dusko Ivanovic, se fue del banquillo al recibir una técnica descalificante. Los locales se metieron el partido en el bolsillo y pasaron de 59-71 a un 76-74, a falta de tres minutos. San Emeterio se encargó una vez más de rematar la faena. Y la memoria puso el resto.