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El Barça se resigna a la baja de Etoo en Zaragoza

En 2007 ya evitó los dos partidos de La Romareda

ALBERT MARTÍN VIDAL

Es probablemente el jugador más ambicioso de la plantilla, sin ninguna duda el crack que pone menos reparos a la hora de dejarse la piel en defensa y absolutamente imprescindible de cara al gol.

Pero ni así jugará en Zaragoza. El pinchazo que sufrió Samuel Etoo durante la final de la Copa África de Naciones en el muslo de su pierna izquierda ha sido suficiente para que el club confirme su baja para el partido del sábado en La Romareda. Según los médicos del club, la sobrecarga que padece en el bíceps femoral precisa de un tratamiento específico de tres días, con lo que se le espera para el partido de Liga de Campeones frente al Celtic de Glasgow.

El hecho de que su curación pase por una terapia de tres días es particularmente sospechoso: de haber actuado con la diligencia de otros compañeros de selección, Etoo podría haber llegado el martes por la mañana a Barcelona, lo que le habría proporcionado hasta cinco días de atenciones de los fisioterapeutas del club. Pero una rara combinación de descuidos de la Federación Camerunesa y carestía de billetes propició que el futbolista no llegara a Barcelona hasta la mañana de ayer, cuando se presentó en el entrenamiento para saludar a sus compañeros y entrenador. Si alguien se molestó, se guardó mucho de mostrarlo. Poco después, el Barcelona confirmaba mediante un meticuloso comunicado que su nueve no estará en Zaragoza. Y todo por una sobrecarga que, como los profesionales de la medicina deportiva saben, nunca sería razón suficiente para que un futbolista renunciara, por ejemplo, a disputar una final.

25 de febrero de 2006

Pero para Etoo, jugar en Zaragoza no es precisamente algo apetecible. Desde la noche del 25 de febrero de 2006, en que recibió todo tipo de insultos racistas en ese estadio y amagó con marcharse del campo, no ha vuelto a jugar en esa plaza.

Su primera ausencia llegó en la vuelta de Copa del Rey jugada el 28 de febrero. Etoo no estuvo en la convocatoria, pese a que el domingo anterior había jugado sin molestias, marcando, asistiendo y mostrándose hiperactivo en la victoria ante el Athletic (3-0). Rijkaard dijo entonces que le reservaba. Poco después, el Barça volvió a Zaragoza jugándose la Liga. Un parte médico justificó su ausencia por una tendinitis en el adductor. Una desgraciada casualidad teniendo en cuenta que jugó a pleno rendimiento el partido anterior y el posterior.

Le explicación a tanto misterio puede estar en una rueda de prensa que dio Etoo tras los insultos de 2006: 'Que cierren La Romareda un año', pidió. 'Llevo siete años aquí y sólo me ha pasado esto en Zaragoza, dos años seguidos, y en Getafe. Una vez te puedes equivocar, pero dos años seguidos, no', manifestó.

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