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Un Barça de versos satánicos

Vapulea al Madrid por 34 puntos (89-55)

MIGUEL ALBA

El nuevo curso ofrecía al Madrid tabla rasa ante el Barça. Pero la primera muesca, la que abría la final de la Supercopa (19:00 h, Teledeporte), todavía esconde demasiada letra pequeña para los de Messi-na. Un proyecto en construcción. Con buenos augurios, pero aún exacerbadamente alejado del Barça, un sinónimo de difícil presente a una semana del inicio de la Liga.

Porque cuando apareció Tucker (41-23, min 16), el partido sonaba a canturreo de chirigota. Con demasiada chufla en los versos que hablaban del Madrid, con demasiado peso del pasado en cada uno de los estribillos. Un balance (7-1 para el Barça durante la pasada campaña) muy presente todavía en la memoria colectiva de los blancos que se ha convertido en un tremendo complejo de inferioridad en las actitudes. Esos matices que no pueden entrenarse y que se sueltan a base de victorias. El camino sigue todavía sin retorno.

El Madrid aún necesita muchas horas de ensayo de las aptitudes para sumar afinidades que sean el preámbulo de las soluciones. Nada de eso tiene de momento el equipo de Messina. Todo lo contrario que el Barça, un grupo que parece que no se ha separado en el verano. Su afinidad es tan grande que incluso Perovic, fichado del Valencia, parece un veterano en los sistemas de un equipo que sigue siendo tan genial como letal. Que juega a gustarse en ataque y a morder en defensa.

Y así, cualquier intento de duelo se convierte en una odiosa comparación de argumentos. El Barça tiene a Navarro, el tirador al que le da igual que le muevan las distancias del triple. Siempre las clava. Apenas necesitó 15 segundos para hacerse amigo del 6,75. El Madrid, por contra, tiene a Tucker, el tirador que necesitó 16 minutos para atreverse a tirar. Cuando lo hizo (ocho puntos en apenas dos minutos), el Madrid pensó que había logrado soltar su ataque enmarañado por el centro de la zona blaugrauna. Todo fue un engaño. En el tercer cuarto, los versos de la chirigota eran ya satánicos. Con un parcial de 28-5 para los de Pascual (76-37, min. 27), el segundo proyecto de Messina volvía a ser un remake del primero.

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