Comparecía el Málaga en el Camp Nou como el equipo revelación del curso, pero el título, ganado a pulso durante el campeonato, se quedó en honorífico en cuanto el balón echó a rodar y el Barcelona no aguardó ni un par de minutos a poner en funcionamiento la maquinaria que ensalza el fútbol y empequeñece a sus rivales sin atender al nombre ni a su condición.

Cuente o no con su once de lujo, formen en la defensa Puyol y Piqué o lo hagan Cáceres y Sylvinho por circunstancias, el equipo dirigido por Pep Guardiola se despliega de igual modo, con un orden modélico, una presión asfixiante y una precisión en el pase que convierte la labor de los delanteros en un juego de niños. Y, como tal se divierten Messi, Henry y Etoo, cuando Xavi e Iniesta deciden orquestar un festival sólo al alcance de futbolistas privilegiados, dotados con un don que todos anhelan y muy pocos poseen.

En estado de gracia desde que Europa le reconoció como el mejor futbolista de su campeonato, Xavi lleva al césped lo que Guardiola dibuja en la pizarra y cuenta en el vestuario. Y lo hace con tanta fidelidad, con tanta precisión que el centrocampista sorprende incluso al técnico azulgrana.

Y en tardes como la de este domingo, no sólo regala pases maravillosos a Henry -el del tercer gol-, o a Etoo -el del cuarto-, sino que incluso abre el camino de una goleada tan abultada como justa. Porque este Barça destila la voracidad y la ambición que su técnico exhibia en el campo cuando manejaba al dream team y ahora, como técnico, exige a sus futbolistas. Su mensaje ha calado quizá porque Guardiola, que abandonó el Camp Nou sabiendo que dejaba a Xavi como heredero, a su regreso, se ha encontrado con dos.

Si Xavi plasma el fútbol que el técnico imagina no menos lo hace Iniesta, ese futbolista que, como no se cansa de recordar Guardiola, 'hace de todo y nunca se queja por nada'. Este domingo, además de ejercer de lugarteniente de Xavi, el centrocampista albaceteño colocó en la cabeza de Alves el quinto gol de la tarde, otra maravilla creativa.

Llegaría el sexto, la enésima muestra de juego colectivo y de generosidad -Henry se lo regaló a Etoo-, y también la retirada de Xavi, reconocido por el público, y de Iniesta, lesionado. Y entre tanto, un par de ocasiones del desfallecido Málaga, que permitieron a Valdés participar de la fiesta con dos buenas manos.

Barcelona (6): Valdés; Alves, Márquez, Cáceres, Sylvinho; Xavi (Bojan, m. 66) , Touré (Keita, m. 25), Iniesta (Gudjohnsen, m. 70); Messi, Henry y Etoo.

Málaga (0): Goitia; Nacho, Rosario, Cuadrado, Gámez; Lolo, Apoño; Luque (Adriano m. 75), Fernando, Eliseu; y Salva.

Goles: 1-0. M. 18. Xavi se desmarca, recibe de Etoo en la media punta y bate, con la izquierda, a Goitia. 2-0. M. 24. Jugada personal de Messi, que recibe un balón de Xavi, lo baja con el pecho, corre la diagonal, dribla a dos contrarios en el área y marca por la escuadra derecha. 3-0. M. 31. Xavi habilita, desde la frontal del área con un pase de tiralíneas, a Henry, que dribla a Goitia y marca a puerta vacía. 4-0. M. 43. Etoo culmina una combinación de Sylvinho, Messi y Xavi en la frontal del área. 5-0. M. 50. Iniesta cuelga un balón al área, que Alves remata de cabeza. M. 57. 6-0. Etoo, a centro de Henry, que recoge el rechace de Goitia tras chut de Sylvinho.

Árbitro: Muñiz. Amarilla a Nacho, Lolo, Alves, Gámez