Un partido de béisbol suele ser largo y no muy divertido para los que no siguen al detalle la dinámica y la estrategia del juego. Pero estar presente en el campo tiene varios alicientes, como tener la posibilidad de coger alguna de las bolas que habitualmente caen en las gradas. Aunque recientemente se han producido accidentes, como el que llevó a un aficionado a un desenlace fatal al precipitarse por el foso al intentar hacerse con una pelota, en la mayoría de casos las bolas acaban en manos de algún espectador que se alegra por haber sido el afortunado.

No fue así para un niño seguidor de los San Francisco Giants, al que la bola le cayó muy cerca, pero acabó en las manos de otro espectador que se la entregó a su compañera de asiento. La anécdota fue seguida con detalle por las cámaras del estadio que pudieron captar el cabreo monumental que se cogió el niño, que se cruzó de brazos e hizo pucheros ante su frustración. El vídeo ha sido de lo más visto en el día en el portal Yahoo.

Según explican en Yahoo Sports, es habitual en EEUU que quien se hace con una bola en el campo y tiene a un niño cerca en las gradas se la obsequie desinteresadamente, salvo que esté con otro niño o con su pareja, la cual a su vez se la podrá regalar al pequeño. Sin embargo, en esta ocasión, el hombre que recoge la pelota, se la regala a la mujer y, entre risas, ésta se la devuelve al caballero, sin reparar en la rabieta monumental del niño, sólo una fila más atrás, que reclama la atención de su padre con numerosos gestos.

Pero el pequeño finalmente no se fue del estadio con las manos vacías. Después de repetir la escena varias veces durante los descansos en el circuito de televisión del campo, los Giants obsequiaron al niño con una nueva pelota para que se le pasara el cabreo. Además, su equipo ganó a Los Angeles Dodgers, 5-3.