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El billete a la final de Lisboa le ha costado al Real Madrid más de 1.000 millones

JORGE YUSTA

El Real Madrid disfruta hoy de una jornada que lleva esperando 12 años. Instalado en la euforia, el madridismo saborea este miércoles la exhibición del equipo de Ancelotti en el Allianz Arena y el pase a una final de la Champions que se resistía desde la temporada 2001/02. El sueño de la amada décima Copa de Europa está cada vez más cerca. El billete a Lisboa ya lo tiene en la mano. Pero para sacarlo, el Real Madrid ha transitado por un camino amargo, pedrogoso y en el que se ha visto alejado de la élite europea. El club más laureado del continente ha tenido que contemplar por el televisor durante doce años una función de la que no era protagonista. Y no será por falta de recursos económicos y humanos. Desde la final de Glasgow, el bagaje deportivo en Europa no se ha correspondido, ni de lejos, con la historia del club ni con los mareantes presupuestos ni con los jugadores de renombre que han ido pasando por Concha Espina. 

Ni más menos que 1135,3 millones de euros se ha gastado el Real Madrid desde el mercado de verano de la temporada 2002/03, invertidos en un total de 64 fichajes, a los que sumar los 24 jugadores que han formado parte de las plantillas del primer equipo procedentes del filial. En los banquillos, la estabilidad tampoco ha sido la nota dominante. Desde que Florentino Pérez despachara a Vicente Del Bosque en 2003 por cuestiones de estilismo, han pasado otros once técnicos hasta llegar a Carlo Ancelotti. Y en el palco se han sentado el sillón hasta cuatro presidentes distintos.

Y todo para enlazar doce años de decepciones europeas. El Real Madrid se quedó anclado en los octavos de final durante seis años. Una temporada cayó en cuartos y otras cuatro en las semifinales. Tristes eliminaciones que año tras año aumentaban la pérdida de prestigio desde que la Juventus le dejara fuera de la final de Manchester en las semifinales de 2003. La 'Vecchia Signora' remontó, con un 3-1 en Turín, el 2-1 en contra del Bernabéu. Fue la temporada en la que Ronaldo Nazario se había vestido de blanco. El Inter se embolsó 45 millones a cambio.

La siguiente fue la de la transición completa hacia el modelo de los galácticos. Se fichó a David Beckham por 37,5 millones y Florentino apostó por fuerte por el hasta entonces segundón Carlos Queiroz para sustituir a Del Bosque. El experimento no cuajó. El Mónaco dio la sorpresa y eliminó al Real Madrid en los cuartos de final tras remontar en el Luis II un 4-2 en el Bernabéu que parecía insalvable. Eso, unido a una deriva en los campeonatos domésticos inició una época de lo más convulsa. 

Las siguientes seis temporadas se convirtieron en un caos deportivo e institucional. Se encadenaron hasta seis eliminaciones en la ronda de octavos de final. Una humillación indigna de un club que ostenta nueve Copas de Europa. La primera de ellas ya comenzó mal. Y es que el técnico José Antonio Camacho no duró ni un mes de competición. Huyó, asqueado de los galácticos. Le sustituyó Mariano García Remón, que fue despedido el día de Navidad para que llegara el brasileño Vanderlei Luxemburgo, que duraría justo un año en el cargo.

Con él en el banquillo y tras gastarse 56 millones en fichajes como Owen, Gravesen, Woodgate y Walter Samuel, el Real Madrid se topó con la Juventus en octavos y cayó con aquel gol en la prórroga de Zalayeta. Empezaba el particular calvario por Europa. En la temporada 2005/06, el club blanco hizo un importante desembolso de casi 90 millones, gracias a los que llegaron Sergio Ramos, Baptista y Robinho. Pero también gente como Diogo, Pablo García y Cassano. Y de nuevo, el muro de los octavos. Esta vez el verdugo fue el Arsenal. En aquella eliminatoria ya no estaría Florentino Pérez en la presidencia. Se fue el 27 de febrero de 2006 superado por el monstruo que había creado. Antes había echado a Luxemburgo y tiró de López Caro para apagar el incendio. A él le sustituyó en los despachos del Bernabéu el veterano Luis Gómez-Montejano, que llevó a cabo la transición hasta que en julio ganó las elecciones Ramón Calderón.

En la temporada 2006/07, el nuevo presidente Ramón Calderón quiso haber borrón y cuenta nuevaEn la temporada 2006/07, Calderón quiso haber borrón y cuenta nueva. Recuperó a Fabio Capello y se gastó 103 millones. Con ellos pagó las llegadas de los argentinos Higuaín y Gago, de Marcelo, de Diarra, de Van Nistelrooy... Y Capello pidió a Cannavaro y Emerson de pretorianos. Y en octavos de Champions, la misma historia, precisamente ante el Bayern de Múnich. En las dos temporadas siguientes se asistió a un desfile de jugadores a cambio de 200 millones. Hubo una holandización del Real Madrid. Llegaron Sneijder, Robben, Heinze, Drenthe, Saviola, Lassana, Huntelaar, Van der Vaart... Todos a disposición de un nuevo técnico, Bernd Schuster. El alemán aguantó año y medio. En su primer temporada la Roma se le cruzó en los malditos octavos. Pero en la transición de 2008 a 2009, Schuster se marchó y Ramón Calderón se vio forzado a abandonar la presidencia. El Real Madrid se quedaba en manos de Juande Ramos y de Vicente Boluda para aguantar el ritmo del mejor Barça de la historia hasta ese junio. En Europa fue el Liverpool el que alargaba la sequía.

Y en esto regresó el ser superior con energías renovadas y la chequera caliente. El verano de 2009 será recordado por el golpe que dio al mercado a base de comprar Balones de Oro. Casi 260 millones soltó para hacerse con Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y Xabi Alonso. Y recuperó a jugadores de la casa como Negredo, Arbeloa, Granero más Albiol. Y al frente del nuevo y millonario proyecto, el chileno Manuel Pellegrini. El 'alcorconazo' y la eliminación en los octavos a manos de Olympique de Lyon acabaron con él e iniciaron el trienio de Mourinho.

Cierto es que con el portugués, llegado para atajar la dictadura del Barcelona tanto a nivel nacional como en Europa, logró estabilidad en torno a su figura y el Real Madrid regresó a las rondas finales de la Champions. Pero durante tres años el tope fueron las semifinales. Ante el Barcelona pagó caro el planteamiento defensivo en el Santiago Bernabéu. Frente al Bayern Múnich cayó en la dolorosa tanda de penaltis ante su propia afición y frente al Borussia Dortmund fue víctima de los cuatro goles de Lewansdoski en la ida pese al esfuerzo agónico de la vuelta. En esos tres años, tan solo ganó el Madrid una Liga y una Copa. Y a cambio se gastó casi 200 millones en fichajes de dispar rendimiento. Bajo el auspicio del manager portugués aterrizaron Di María, Özil, Khedira, Coentrao, Varane, Modric y Diego López, por ejemplo. Y también Adebayor, Carvalho, Sahin, Altintop o Essien.

Y así llegamos a la temporada actual, en la que todas las barreras que impedían alcanzar la final se han derribado. La llegada de Carlo Ancelotti, ganador de la competición con el Milan, ha propiciado tal hito dejando en el camino a todo un ejército alemán. Primero el Schalke, luego el Borussia, y por último el Bayern. El italiano ha logrado gestionar hacia el éxito una plantilla reforzada con Gareth Bale -que costó 91 millones-, Isco, Illarramendi, Carvajal y Casemiro. 163 millones en total para volver a luchar por la Copa de Europa doce años después.

2013/14 Semifinales Bayern Múnich 0-5 (0-1 c, 0-4 f)

2012/13 Semifinales Borussia Dortmund 4-3 (4-1 f, 0-2 c)

2011/12 Semifinales Bayern Múnich 3-3 (2-1 f, 1-2 c)

2010/11 Semifinales Barcelona 3-1 (2-0 c, 1-1 f)

2009/10 Octavos de final Olympique Lyon 2-1 (1-0 f, 1-1 c)

2008/09 Octavos de final Liverpool 5-0 (1-0 c, 4-0 f)

2007/08 Octavos de final Roma 4-2 (2-1 f, 2-1 c)

2006/07 Octavos de final Bayern Múnich 4-4 (2-3 c, 2-1 f)

2005/06 Octavos de final Arsenal 1-0 (1-0 c, 0-0 f)

2004/05 Octavos de final Juventus 2-1 (0-1 c, 2-0 f)

2003/04 Cuartos de final Mónaco 5-5 (2-4 c, 3-1 f)

2002/03 Semifinales Juventus 4-3 (1-2 c, 3-1 f).

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