El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, será reelegido hoy al frente de la máximo organismo del fútbol mundial después de que el Congreso rechazara por 172 votos -de un total de 206- la propuesta británica de aplazar la elección.

En su intervención Blatter ha pedido un voto de confianza para evitar que esta institución se vuelva a encontrar en el futuro en una 'situación indigna', en referencia a la crisis provocada por sucesivas denuncias de corrupción contra varios de sus directivos.

'Estoy dispuesto a asumir las criticas, soy como un capitán en una tormenta. Esta fase difícil afecta no sólo a la pirámide, pues el barco de la FIFA ha visto entrar agua en su estructura', reconoció el suizo, quien lleva trece años al frente de la entidad.

'Está en juego nuestra credibilidad, la reputación de todos nosotros', les dijo Blatter a los delegados de las 208 federaciones presentes en el Congreso.

'Sé que estoy a la altura para sacar a este barco de las aguas difíciles y llevarlo a buen puerto', afirmó. Blatter prometió reformas verdaderas, lo que requerirá 'tomar decisiones radicales'.

Para evitar que la FIFA vuelva a verse salpicada por escándalos y acusaciones de amaños en las elecciones de las sedes de los Mundiales, Blatter ha propuesto que en el futuro la designación de las sedes de los Mundiales de fútbol -actualmente prerrogativa de un Comité Ejecutivo compuesto por 24 personas- recaiga en el Congreso.

Este es el principal órgano de decisión de la FIFA que se reúne cada año y que está compuesto por 208 federaciones nacionales de fútbol.

'¿Es justo que la decisión (sobre las sedes de los Mundiales) sea atribución del Comité Ejecutivo? Yo quiero que sea una decisión del Congreso', dijo Blatter, quien hoy debería ser reelegido para un cuarto mandato frente a la máxima instancia futbolística, con lo que estaría 17 años al frente a la misma.

Detalló que su idea es que el Comité Ejecutivo elabore una lista de candidatos y la presente al Congreso, que tendrá la palabra final.

Este es un asunto altamente sensible en la FIFA y está en el origen de la sucesión de denuncias de sobornos contra seis miembros del Comité Ejecutivo, de los que cuatro han sido absueltos por la Comisión de Ética de la institución y otros dos siguen bajo investigación.

Entre ellos figura el catarí Bin Hamman, presidente de la Federación Asiática de Fútbol, quien era el único rival que había osado desafiar a Blatter. Sin embargo, su objetivo se truncó cuando la Comisión de Ética le ha suspendido, mientras duren las indagaciones, de cualquier actividad vinculada al fútbol. A Hamman se le ha prohibido la entrada al Congreso.