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Bodipo empuja al Depor

El delantero sella la victoria ante el Nancy (1-0) que mete a los gallegos en dieciseisavos de la UEFA

MARIO LEIS

El Deportivo se clasificó esta noche para la siguiente fase de la Copa de la UEFA. Lo hizo como segundo del grupo y se tendrá que medir a alguno de los equipos que caigan a la segunda competición desde la Liga de Campeones, casos de Fiorentina, Werder Bremen, Olympique de Marsella o Dinamo de Kiev.

No fue una noche plácida para el Depor. De hecho, cuando llegó al descanso del partido estaba fuera. Apareció el Nancy con una velocidad más que los de Lotina y, además, el Lech se adelantaba en Holanda, lo que obligaba al Depor a marcar. A sufrir. La primera media hora fue un difícil y arriesgado ida y vuelta para los coruñeses, con más control y llegada, pero sin pegada. Valerón volvió a meter a su entrenador en un lío y Riazor reconoció las prestaciones del canario. El canario, aguantando los mordiscos del uruguayo Macaluso, encontró siempre el espacio para Omar Bravo y eligió la mejor opción.

El Depor fue madurando al rival, que perdía posiciones y el orden pero no el físico. De hecho, cuando se decidía finalizó siempre las jugadas con peligro. Aún así, se atisbaba que para el Deportivo, cuyo fútbol echaba en falta más presencia de Lafita y Guardado, sería cuestión de tiempo, especialmente después de acumular tres ocasiones de gol consecutivas antes de finalizar el primer tiempo.

Nada más empezar la segunda parte, Zerka se alió con el futuro blanquiazul al encontrarse en un mano a mano con Aranzubia y echarla fuera. El escalofrío hizo reaccionar al Depor, que apretó los dientes y se fue decididamente a por el gol. Lafita apareció en su mejor versión: vertical, encarando y con llegada.

A Colotto le sacaron una bajo los palos, justo antes de que la solución y la clasificación llegasen desde el banquillo. Con tres delanteros en el campo Omar Bravo, Riki y Bodipo Lotina echó el resto. Fue Bodipo el que empujó un jugadón de Guardado. La angustia de verse fuera se desvanecía. El Depor se recompuso bajando las pulsaciones y controlando el fútbol. Hacía rato que Valerón había sacado el manual y guió al equipo para cerrar el partido.

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