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Bojan, de la roja para toda la vida

El dorsal 13, que antes llevó Iniesta, fue su talismán en su debut

PEPE GARCÍA-CARPINTERO

A Bojan, debutar con el 13 no le importaba desde hace tiempo. Iniesta se había encargado de desmitificarle su gafe. Él mismo debutó en un Mundial con ese dorsal ante Arabia Saudí. A partir de ahí, a Bojan hasta le gustó el reto de vestir ese número que muchos consideran maldito. Ante Armenia podía haber cambiado el dorsal con Capel (tenía el 9), pero siguió en sus trece. Eso sí, la espera se le hizo eterna. Pero

Krkic es desde este miércoles delantero de la roja para toda la vida. La noche era propicia. Una media sonrisa ya aparecía en su rostro cuando veía que tanto Güiza como Villa salían de inicio. Su debut se acercaba a una velocidad de vértigo, más cuando vio cómo Capdevila abría el marcador cuando el himno todavía repicaba en el Belmonte. Capel le hizo una carantoña, él se medio escondía todavía.

Fue llegar al descanso y Del Bosque se giró para dialogar con Javier Miñano (preparador físico). Una breve reseña, y Javier Miñano buscaba de inmediato en el banquillo. Pero no encontró a su presa.

Bojan, tan tranquilo, se había retirado a los vestuarios. A los pocos minutos regresaba al césped. Allí, Reina, Iraola y el resto de suplentes peloteaban y él hizo ademán de pedir el esférico. No le dio tiempo. Miñano le llamó al orden y le hizo una carantoña. Bojan, por fin, era consciente de su debut. Se alejó de la conversación con parsimonia, parecía que iba a volver sobre sus pasos para ver si era verdad lo escuchado.

A los pocos minutos ya calentaba y Albacete le aplaudía a rabiar. Todos sabían que estaban viviendo un momento histórico. Con él en el campo, Villar igualó los 22 goles de Míchel, y Senna se estrenó como goleador. Tal y como pasó con Iniesta, su padrino, hace dos años ante Rusia.

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