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Brasil, la escabechina

EDUARDO ORTEGA

La vigente campeona mundial y europea, la subcampeona de Europa, el equipo del Balón de Oro, y una campeona del Mundo. La debacle en Brasil en la primera fase ha sido una de las mayores de la historia, sólo comparable con el torneo de 2002 en Corea y Japón, cuando se quedaron fuera a las primeras de cambio conjuntos de la talla de Portugal, Argentina, Croacia, Rusia y el que había alcanzado la gloria cuatro años antes en su país: Francia. En 2010 dijeron adiós antes de los cruces los galos e Italia, mientras que 2006 sólo Croacia se cayó del grupo de favoritas. Pocas sorpresas hubo, asimismo, en los torneos de 1994 y 1998, primer año en que se implanta la actual modalidad de 32 participantes.

Ha ocurrido en esta edición algo similar a la de 2002. Si entonces fueron los galos, con jugadores como Thuram, Vieira, Henry, Trezeguet o Zidane, esta vez ha sido España la que no ha sabido ni revalidar el título ni evitar el hundimiento del campeón, algo ya tradicional. También le ocurrió en Suráfrica a Italia, que había alzado el trofeo en Alemania 2006 en la final de los penaltis y del cabezazo de Zidane. Ha sido para La Roja un fin de ciclo en toda regla, tras seis años espectaculares y la mejor generación de su historia. La debacle en el país sudamericano viene acompañada de una imagen lamentable tanto en lo futbolístico como en lo extradeportivo. Nunca supo competir el plantel de Del Bosque en este torneo, llegó exhausta y muy lastrada por otro fin de ciclo, el del Barça. El bajón del equipo que ha sido la base de esta selección se ha llevado también por delante a La Roja. La actitud de algunos futbolistas tampoco ha sido la mejor, ni sobre el césped ni fuera, donde destacan las injustificables amenazas y palabras de Jordi Alba a un periodista.

Costa Rica se ha llevado la palma de las sorpresas en esta primera fase. Si algún conjunto se daba por seguro que caería en el grupo de la muerte ere el de Jorge Luis Pinto. Sin embargo, los Ticos dieron el golpe al vencer a Uruguay e Italia y empatar con Inglaterra, para dejar fuera a las dos últimas. Arribaban los azzurros a Brasil en plena transformación de su estilo, con el que cautivaron en la anterior Eurocopa, y entre los grandes favoritos, pero únicamente pudieron ganar el primer choque contra los chicos de Hodgson, uno de los mejores de este Mundial. Después, el físico no les aguantó, perdieron la pegada y salieron derrotados y despedidos de su último partido contra los charrúas. También dijeron adiós Prandelli, que dimitió, y muy seguramente Pirlo y Buffon.

Mientras, los pross han vuelto a fracasar en un torneo que no ganan desde 1966. Contaban en esta ocasión con un grupo de jugadores de espectacular talento y técnica pero, probablemente, mal gestionado y dirigido por Hodgson, quien ha prometido seguir pese a la debacle de los ingleses, incapaces de vencer un solo encuentro. No han podido los Baines, Wilshere, Barkley, Lallana, Sturridge o Rooney salvar el honor patrio, pero cuentan con una generación de futbolistas que puede dominar Europa y quizás el mundo en los próximos años.

Se saldó también con una semi campanada otro de los grupos más difíciles, el G, en el que una Alemania de más a menos, EEUU, Ghana y Portugal se jugaron todo en la última jornada. Fueron los lusos el rival más débil desde el principio, al recibir una goleada ante Alemania que les lastró demasiado. Ni siquiera fueron capaces de vencer a los norteamericanos, que vuelven a plantarse en octavos otra edición más. Pesó demasiado la fragilidad física con la que llegaba su estrella, Cristiano Ronaldo, aquejado de una tendinosis rotuliana desde hace un par de meses que le ha impedido rendir a tope tanto en el final de curso con el Madrid como con su selección. Comentó después el astro portugués que 'nunca' fueron 'favoritos' para alzar el trofeo el 13 de julio en Maracaná.

Se esperaba algo más, quizás, de equipos como Croacia y Rusia. Sobre todo de los hombres de Capello, el seleccionador mejor pagado, que se estrellaron primero con Corea del Sur, después con Bélgica y con Argelia para acabar. Los balcánicos no supieron sobreponerse al extraño choque ante la anfitriona, muy condicionado por el árbitro, y cedieron el pase a una gran México. De la misma manera, y aunque se hayan clasificado, se confiaba en un mayor y mejor despliegue de conjuntos como la Argentina de Messi, la joven Bélgica y, sobre todo, de una Brasil que no ha maravillado y que se ha visto sostenida principalmente por Neymar y Oscar. Del otro lado, la reinvención oranje de Van Gaal, Chile o la Francia de Benzema han causado sensación en las primeras dos semanas. Junto a éstas, se han colado en octavos selecciones con las que no se contaba, como la mencionada Costa Rica y, sobre todo, Argelia, que dejó en la estacada a Rusia en el último duelo de esta primera fase. La debacle de los europeos ha sido importante, por las bajas citadas, mientras que América ha impuesto su superioridad, llevando hasta a ocho equipos -la mitad- a las eliminatorias. África ha logrado meter a dos conjuntos y Asia se ha quedado sin representación.

Han sido estas dos semanas jornadas de remontadas -hasta ocho-, emoción, grandes partidos y sobre todo goles. Es, de hecho, la edición más goleadora en una primera fase de la historia. Los 136 tantos, con una media de 2,83 por encuentro, superan, por ejemplo, los 101 en Suráfrica y los 117 de Alemania, los últimos disputados.


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