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Cambiasso da ventaja a Mourinho

Cech, portero del Chelsea, fue retirado en camilla

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Cuando Diego Milito puso a Terry mirando a las vallas publicitarias y sorprendió a Cech con un derechazo por su palo, Mourinho asintió con la cabeza y se mordió los labios. A los tres minutos de juego, antes de lo que podía imaginar, ya tenía el partido donde quería.

No hay nada que más se acomode a su libreto que no tener la obligación de llevar la iniciativa. Se le afila el colmillo sobre su barba de dandy sólo de pensar en los espacios que se le presentan a su equipo o en las contras que puede dibujar aprovechando cualquier error del contrario. Y así fue. El Chelsea, que incluyó en su plan inicial agujerear la banda de Maicon con Malouda y Kalou, se pudo encontrar con un segundo gol si Etoo no hubiera desperdiciado a un metro del gol un centro raso de Sneijder, convertido en el jefe del centro del campo del Inter junto a Cambiasso; uno quita y el otro juega.

Los jeroglíficos de las pizarras, de los que son tan amigos ambos técnicos, eliminaron del juego a Etoo todo el partido y a Anelka el primer tiempo; una especie de reina por reina en el ajedrez. Ambos partían de posiciones alejadas del área para ayudar a sus centrocampistas en la presión. También renunció Ancelotti a jugar directo con el rodillo de Drogba, que estampó en el larguero una falta directa desde 32 metros. Con el primer tiempo a punto de concluir, Mejuto no señaló un posible penalti de Stankovic a Kalou.

Fue el tanto del marfileño el que propició que el partido se desbocara. Cambiasso, deshizo el empate. Entonces, a Mourinho se le volvió a afilar el colmillo. Jugó de inmediato la baza psicológica de meter a un delantero (Balotelli) por un medio (Stankovic), pero el Chelsea, ya sin Cech, por lesión, lo domó y pudo empatar Lampard. 

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