A menos de dos semanas del clásico, Madrid y Barça tiran de la cantera en Copa con resultados dispares. En los culés, brilla el talento de Thiago, mientras que la calidad de Canales en los merengues no termina de aparecer. 

La estadística destacó dos pases de gol, pero el público del Camp Nou se llevó mucho más de Thiago el pasado miércoles. Una elástica que le salió a medias, paredes, toques con el exterior, magia a raudales.

Hacía tiempo que el aficionado intuía y deseaba una exhibición del canterano, que dio un gran paso adelante en su camino por consolidarse como alternativa a Xavi, aunque más preciosista y menos constante, mientras este se dosifica por sus problemas musculares.

Hijo del brasileño Mazinho, Thiago usa el apellido de su madre para no cargar con la presión de ser el hijo del campeón del mundo. La saga la completa su hermano menor, Rafa, que juega en el juvenil del Barça, y una hermana de 10 años que destaca en baloncesto. En un brazo, Thiago luce un tatuaje con su imagen de niño abrazado a un balón y 'ya de pequeño, hacía estas cosas tan bonitas', según recordaba tras el encuentro Pep Guardiola, habitual ojeando a los chavales del plantel.

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Pero el técnico, que destaca su 'morro', su 'descaro', lo hace para bien y para mal. Lo protege y no quiere que su 'gran autoestima, necesaria para jugar en el Barça', se vuelva en su contra. Por eso, cuando marcó su primer gol con el primer equipo, ante el Racing el pasado mes de febrero, le criticó que se fuera al banquillo a dedicárselo a su amigo Jonathan Dos Santos. 'Cuando tenga 30 años, ya lo hará', sentenció después.

Tampoco tiró el penalti ante el Milan, en el Gamper, aunque fue el primero en ofrecerse cuando el entrenador pidió quién quería lanzarlo. Ayer, de nuevo, Guardiola combinó elogios con prudencia. Sí, es 'un chaval fantástico' y 'tiene capacidad para desequilibrar y mucha voluntad', pero igualmente 'un gran margen de mejora'. 'Le faltan un par de pasos para ser un jugador definitivo', concluye.

El propio jugador reconoce que tiene cosas que mejorar: 'Sobre todo, el posicionamiento y el trabajo defensivo', dijo tras el encuentro. Pero no se corta: 'Soy descarado en el campo. Es el mejor partido que he hecho, el que más he disfrutado. He intentado aprovechar todas las oportunidades'.

Si en la ida ante el Ceuta fueron los centrales Bartra y Fontàs los canteranos que más destacaron, el miércoles fue el turno de jugadores ofensivos como el propio Thiago, Nolito, que marcó el primer gol del partido, un golazo, y Sergio Roberto, que debutó con el primer equipo. 'Es una generación desvergonzada. Están en un lugar bonito donde, si se esfuerzan, tendrán oportunidades'.

Por eso, el técnico confía en una plantilla corta y no quiso fichar más en verano. Con la lesión de Milito, de baja entre cuatro y seis semanas por la rotura del bíceps femoral derecho que sufrió ante el Ceuta, la cantera será un poco más necesaria. En la Copa, ha quedado claro: la quinta de Thiago ya está a punto.

Canales es la última víctima de Mourinho. 'No me gustó cómo ha jugado. Los que trabajan a tope están en condiciones de jugar bien, los que no, juegan mal', aseveraba después del encuentro contra el Murcia. La andanada del técnico no es la primera. Benzema y Pedro León ya han sufrido las reprimendas públicas del técnico, que no es de esos que sólo conoce términos positivos para sus jugadores cuando habla en público.

No es el primer síntoma de que las cosas van mal para Canales. Ya en la convocatoria contra el Milan le dejó fuera. Su mala racha contrasta con el idílico principio de temporada en el que Mourinho llegó a ponerle de ejemplo. 'Será titular contra el Mallorca, es un mensaje para que la gente vea que se puede jugar si se trabaja bien', aseguraba el luso antes del primer partido de Liga.

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Los días de vino y rosas pasaron. Canales se lesionó, pasó un mes alejado del campo y salió de los planes de Mou. Desde aquel primer partido, sólo ha jugado en encuentros ya sentenciados y en la Copa, una competición que el técnico tiene consagrada a los españoles. En el partido de ida contra el Murcia, desde el club lo seña-laban como uno de los mejores, pero su actuación en la vuelta dio pie al técnico portugués para cargar contra él.

No importó a Mourinho que el jugador tenga sólo 19 años y sea el más joven de la plantilla blanca. En la psicología del luso esas cosas no se valoran. El padre y representante del jugador, Ángel, reconoce que el momento es malo. 'Estoy preocupado por Sergio. Él está luchando consigo mismo, quizás tenga falta de confianza, y ya sabía que esto era difícil', asegura el progenitor, que no ve fácil salida a la situación actual. 'Es la pescadilla que se muerde la cola: sabe que necesita minutos, no juega, tampoco se atreve a hacer cosas por esa falta de minutos. Tiene que pelear con su cabeza'.

No descarta incluso que su hijo tenga que volver a Santander, el lugar en el que teóricamente iba a pasar esta temporada. En febrero, cuando fichó por los blancos por 4,5 millones de euros, se esperaba que la primera temporada de su contrato la pasase en el Racing, pero el cuerpo técnico decidió que se quedase en Madrid. La decisión puede revertirse en enero.

Antes de que se dé esa circunstancia, el jugador puede reclamar su puesto. Tanto Pedro León como Benzema han tenido oportunidades después de las reprimendas del técnico. Como primer paso para su reconciliación, ayer Canales apareció por Valdebebas a pesar de no estar convocado para el entrenamiento. El cántabro se ejercitó en el gimnasio.

Granero, otro de los que ha estado en el ojo del huracán esta temporada, contradijo a su técnico en la cuestión del cántabro. 'Canales no tiene ningún problema. Es un chico joven, tiene que estar tranquilo, preocuparse de mejorar. Es lo que está haciendo, entrenarse muy bien '.