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Con el casco a otra parte

Pedrosa recupera sus mejores sensaciones y saldrá por detrás del australiano, mientras Lorenzo partirá tercero

ALBERTO CABELLO

Es lo que tiene dedicarse a una profesión en la que te juegas la vida encima de la moto a muchos kilómetros por hora. Puedes permitirte la licencia de plantarle cara a los que te pagan y organizan tu competición hasta el punto de decirles que no tienes ninguna intención de ir a trabajar un fin de semana. Así están las cosas a día de hoy en el Campeonato del mundo de motociclismo ante la negativa, casi unánime, de los pilotos de MotoGP a participar en el Gran Premio de Japón a inicios del próximo octubre. Por razones obvias, sólo el nipón Hiroshi Aoyama se ha mostrado dispuesto a estar en la carrera.

Por mucho que los informes internacionales afirman y reafirman que no hay peligro alguno de contaminación radiactiva en el entorno del circuito de Motegi después del terremoto y tsunami del pasado marzo, ellos no se fían. Temen las hipotéticas consecuencias de una exposición a la radiación provocada por la fuga en la central de Fukushima.

Dorna ha pedido un informe sobre la situación alrededor de Motegi Tampoco les asusta que las fábricas que les proporcionan sus instrumentos de trabajo tengan sede en la isla asiática. No hay manera de que Dorna, la organizadora del campeonato, ni la IRTA, la voz representativa de equipos y participantes, les haga cambiar de opinión, a pesar de que otras competiciones motorizadas vayan unas semanas antes a Motegi como si nada.

La última deferencia de los patronos ha sido encargar un informe independiente a una universidad italiana sobre los niveles de salubridad de la tierra, el aire y los alimentos. El 31 de julio se conocerán los resultados de ese estudio. Si el dictamen mantiene la sintonía con el resto, no habrá debate posible: habrá carrera en Japón a comienzos de otoño. Allá lo que decidan los pilotos y lo que les consientan sus equipos. Jorge Lorenzo ya ha asegurado que afrontará sin el menor problema la multa que Yamaha tenga a bien imponerle en caso de su ausencia, pero ir no lo hará en ninguna de la circunstancias.

Así están las cosas por el Mundial que trae en Alemania la novedad de la evidente recuperación de Dani Pedrosa. Sin quererlo, puede convertirse en un aliado de Lorenzo en su objetivo de arañarle puntos a Stoner en la clasificación. Por lo visto en las jornadas de entrenamiento, el catalán tiene ya su espalda a punto para disputarle las carreras a su compañero de equipo, Stoner. Claro, que si el australiano se muestra tan explosivo como en la jornada de ayer, poco habrá que rascar.

Un desconocido Valentino Rossi saldrá desde la penúltima posición

Además, el campeón del mundo sigue ausente de las buenas sensaciones de la temporada pasada. Demasiadas veces durante esta primera mitad del campeonato ha gesticulado en señal de que las cosas no marchan bien encima de la moto. Tuvo que sacar un extra en las últimas vueltas de la sesión cronometrada del sábado para arañar la primera línea. Ya dijo a su llegada a Sachsenring que no era el mejor trazado para su Yamaha al mismo tiempo que hablaba de su correcta relación con Stoner. Eso sí, sin llegar a utilizar la palabra amistad.

Los problemillas de Lorenzo no son nada comparados con el agujero negro en el que se halla instalado Valentino Rossi. Saldrá decimosexto el nueve veces campeón del mundo después de haber despiezado una y otra vez su Ducati en busca de una configuración que le haga ser más competitivo, pero ninguna de las aplicaciones ha resultado satisfactoria.

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