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La casualidad de jugar en el Madrid

ALFREDO VARONA

'No hay que engañarse: ser el 'nueve' del Real Madrid está reservado para elegidos. Es una cosa que hay que aceptar, porque la exigencia del Madrid es así. Es un equipo en el que no existe el mañana, sólo el presente. Necesita todos los días de lo inmediato', explica Manu Sarabia (Vizcaya, 1957), que probablemente haya sido el delantero centro más elegante que ha dado el fútbol español. Jugó diez maravillosas temporadas en el Athletic (1977-88) y no le quedó tiempo para fichar por el Madrid, porque en aquella época existían los amores para toda la vida. Pero Sarabia sabe que si entonces hubiese fichado por el Madrid hubiese tenido más exigencias que nunca. 'La trascedencia del Madrid es enorme. No se puede comparar a nada ni a nadie. Por eso hay que ser muy bueno para jugar de delantero centro en ese equipo. Hay que ser un elegido como lo han sido todos los que han ocupado ese puesto. Ahora, podemos hablar de Benzema como en mi época de Santillana o Hugo Sánchez, después de Ronaldo o Van Nistelrooy o antes de DiStefano... La vida en el Madrid es así'.

Sin embargo, esta noche, en el Veltins Arena (20.45) habrá un hombre, el delantero centro del Schalke 04, Klaas-Jan Huntelaar que, sin ser de los mejores, disfrutó de ese status. Durante seis meses, de enero a junio de 2009, fue el 'nueve' del Madrid. Una época que claro que Sarabia recuerda entre otras cosas porque 'Huntelaar es un jugador que no se olvida. Es de esos hombres, que siempre los ha habido en el fútbol, que vive exclusivamente del gol. Huntelaar no es un futbolista que ayude en la elaboración, baje a recibir o caiga demasiado a las bandas. Al contrario. Su vida sólo se puede valorar en función de los goles que haga. No hay otra manera de medir a un futbolista así'. Sin embargo, Huntelaar, hasta que Florentino Pérez fue directamente a Lyon a fichar a Benzema, fue el delantero centro en el Real Madrid de Juande Ramos por 18 millones de euros. ¿Acaso fue una contradicción a la historia o a la lógica del Madrid? ¿Cómo fue posible que Huntelaar llegase hasta Chamartín? ¿Qué sucedió?

'Siempre hay excepciones, pero es evidente que no fue lo normal. El 'nueve' del Madrid está reservado para elegidos, para gente como Benzema que se sale de lo corriente, que supo vivir por encima de las críticas y que siempre es capaz de permanecer fiel a sí mismo', explica Sarabia, que no admite ninguna comparación entre Huntelaar y Benzema. 'No tienen nada que ver. Benzema es un futbolista extraordinario que nunca ha sido ni será Huntelaar, pero a lo mejor Huntelaar llegó al Madrid en una época indefinida que se prestó a futbolista de su corte. Se sumó que él estaba haciendo una barbaridad de goles con el PSV Eindhoven. Había que apostar por alguien y el club apostó por él. Pero eso no significa que fuese un 'nueve' para el Madrid. Y no me refiero a sus condiciones, al hecho de que sólo viva del gol y no aporte nada más, porque Hugo Sánchez, que marcó una época, también era así. La inmensa mayoría de sus goles fueron a un solo toque, pero, claro, Hugo era otra historia. No tenía buenos controles. Podía no asociarse con nadie en todo el partido. Pero a la hora de rematar era uno de esos elegidos de la vida, un hombre que con esa capacidad justificaba las exigencias del Madrid. Hugo era remate, remate y remate. La prueba estuvo en el tiempo y en lo que Hugo hizo por el Madrid'.

Huntelaar, que ya ha cumplido los 30 años, sólo aguantó seis meses en Chamartín. Fue un hombre honrado cuando llegó. Entonces no habló de algo que no sabe hacer, de  jugar mejor o peor, sino de una cifra de goles. 'Las dudas sobre mí  surgen porque no me han visto hacer chilenas, rabonas, goles de tacón... Yo hago lo que sé hacer, la A y la B, nunca intento la W, porque no tengo esa capacidad'. Se marchó con una discreta estadística de 8 goles en 20 partidos de Liga que se olvidó pronto. 'No podía durar más, porque el Madrid no perdona', insiste Sarabia. 'Necesita lo mejor, y de ahí la diferencia entre Huntelaar y Benzema'. Y añade: 'Para empezar, cuando vino al Madrid, Benzema ya había demostrado muchísimas cosas. Una vez aquí, nos las ha refrendado todas una a una. Incluso, ha conseguido algo que tradicionalmente no pasaba con los delanteros centros del Madrid a los que se les mide por los goles que marca. Pero, sin embargo, Benzema no sólo es el gol, sino que también hace mejor goleador a Cristiano y hasta esa frialdad de la que se le acusa, esa fama de poco trabajador, es la que provoca esa pausa suya que ha provocado tantos goles para el Madrid suyos o de Cristiano. Un elegido, en definitiva'.

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