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Controlar el dopaje antes de que exista

Un estudio alemán posibilita buscar sustancias sólo probadas en animales

GONZALO CABEZA

Uno de los principales problemas de la lucha contra el dopaje es que siempre se encuentra antes el modo de incorporarlo que la manera de cazarlo. En la práctica, es esto lo que hace casi indetectables sustancias que se utilizan para el engaño en el deporte.

En los Juegos de Pekín sólo seis deportistas dieron positivo en los controles, pero existe la sospecha de que fueron algunos más los que utilizaron sustancias ilegales, entre ellas algunas que ni siquiera han sido probadas en seres humanos pero que se han mostrado previamente en sus estudios sobre algunos animales.

Un proyecto alemán, sin embargo, está cerca de acabar con parte de este fenómeno. El Centro de Prevención e Investigación del dopaje de la Universidad de Colonia ha conseguido un test que puede detectar las benzodiacepinas JTV-519 y S-107, sustancias que por el momento sólo se han utilizado en animales como posible tratamiento a algunas dolencias cardíacas, pero que se sospecha que ya pueden estar siendo usadas por algunos deportistas para mejorar sus actuaciones.

Estas sustancias también sirven para estabilizar los canales de proteínas y prevenir las filtraciones de calcio. El músculo, cuando se encuentra bajo un esfuerzo físico considerable, tiende a perder calcio, lo que causa contracciones musculares y una mayor fatiga en el deportista.

'Cuando estas drogas empiezan a ser probadas en humanos existe un enorme potencial para que sean mal utilizadas entre los deportistas. El nuevo test nos permite prepararnos de compuestos que no se han lanzado al mercado', afirma Mario Thevis, director del Centro de Prevención e Investigación del dopaje de Colonia.

Los investigadores piensan que por la naturaleza de estas drogas será simple hacerlas y distribuirlas en el mercado negro como sustancias que mejoran la dureza de los deportistas.

Para detectarlas se utilizará una tecnología llamada espectometría de masa de alta definición, que permitirá ver rastros en la orina de hasta un nanogramo pon mililitro. Las sustancias se caracterizan por una estructura molecular pesada, lo que deja una gran huella que es la utilizada por los investigadores para detectar el posible dopaje.

'Hemos utilizado las pruebas habituales para encontrar anabolizantes, pero nuestro trabajo ha mostrado que podemos identificar también estas sustancias en ese proceso analítico', comenta Thevis sobre el hallazgo.

El siguiente paso en la investigación será el estudio de cómo se metabolizan las sustancias cuando han entrado en el cuerpo humano, lo que dará la posibilidad de identificar una mayor cantidad de drogas dopantes.

 

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