Se acabaron las victorias en tres sets ante rivales con dientes de leche que encajaban muy mal perder la primera manga. Nadal y Federer se encontraron en la cuarta ronda con dos jugadores que les obligaron a luchar en campos, playas y trincheras. Del Potro y Youzhny no conocen el significado de la palabra rendición. En el caso del argentino, además, tenía cuentas que ajustar con su propio cuerpo, que le dejó tirado la pasada temporada con una lesión.

El gigante (1,98) de Tandil puso al límite la resistencia de Nadal. Al número 1 del mundo le costó tres horas y media romper el servicio del rival. Pocas veces se había visto a Nadal llevar la iniciativa y no poder imponer su juego. Por cada golpe majestuoso, Del Potro respondía con la misma fiereza. Si Nadal dejaba la bola a centímetros del suelo, Del Potro bajaba desde sus alturas. Sólo cuando le pillaba a contrapié, el argentino cedía, porque es difícil parar un tren con tantos vagones.

En el primer set, se produjo la alarma. Tras un gran golpe paralelo, Nadal se puso en cuclillas. Al final del juego, justo antes del tie break, reclamó la asistencia del fisioterapeuta. Tardó una enormidad en volver a pista ante el enfado mayúsculo de Del Potro, que llegó a acusar al juez árbitro de permitir una pausa excesiva y de estar mintiéndole. Hubo algo de justicia poética cuando en el tercer set fue él el que necesitó ayuda médica.

El gigante (1,98) de Tandil puso al límite la resistencia de Nadal

Desde fuera, es difícil saber si el estiramiento, tirón o lo que fuera dejó disminuido a Nadal. No parecía que llegara con la misma seguridad a las bolas, pero, ¿no le pasaría eso a cualquiera que hiciera frente a los cañonazos de Del Potro en el segundo set?

El carácter indomable de Del Potro no quiere decir que sea de hielo. En el primer tie break cedió el set con una doble falta. En el segundo, falló más de lo habitual. Un Nadal con aspecto de estar exhausto y tenso remató la jugada en el cuarto set. No estaba nada claro que hubiera podido aguantar una quinta manga.

También estará en cuartos Feliciano López. Lo que no está claro es qué versión se las verá con Andy Murray: el tenista que abrumó a Roddick o el que se vio impotente durante tres sets ante Kubot, un especialista en dobles.