No nos engañemos. Si antes de comenzar el torneo nos piden que escojamos al jugador referencia de España, pocos habríamos dicho a Navarro antes que a Pau Gasol. Sin embargo, en esta película, Robin se está comiendo a Batman. El, en un principio, actor secundario está devorando la cámara para gusto de los espectadores.

Hoy 35 puntazos en otra nueva exhibición en un tercer cuarto inmaculado con canastas de ensueño. Pero Navarro no cambia el semblante. Es ese tipo de jugadores que si no se dedicase al baloncesto sería uno más de nosotros. Por suerte, se gana el pan metiendo canastas y haciéndonos felices con sus apariciones.

Navarro ha sido como contra Eslovenia el desatascador de España en un segundo tiempo que la selección ha empezado con el pasmo tras los 45 puntos que ha recibido en los dos primeros cuartos. Para sorpresa de muchos, Macedonia no era una ensalada de frutas, ni ese equipo que empezó perdiendo contra Montenegro y que parecía uno de esos conjuntos que se despide antes de tiempo y, si te he visto, ni me acuerdo.

Nos vamos a acordar y mucho de McCaleb, Antic, Ilievski y compañía. Han eliminado a Lituania, la anfitriona, y han puesto contra las cuerdas a los chicos de Scariolo, que se han sacado de la chistera un partido de escándalo: 92 puntos es la segunda máxima anotación de España en todo el torneo (la primera fue en la pachanga ante Francia).

Un nivel ofensivo que debemos agradecer a Navarro, el Robin de la selección, que hoy se ha encargado de los malos mientras Batman, entre mamporro y mamporro (22 puntos y 15 rebotes no está nada mal), ponía a punto el Batmóvil para la cita del domingo, cuando al final de la película siempre ganan los buenos.