Podrán perder porque sí, son humanos. Podrán dejarse ir porque lo ven fácil y sí, necesitan descansar. Podremos incluso dudar aún de algunos de ellos (Ricky, ya es hora de que aparezcas). Pero este equipo es el mejor de Europa y, por extensión baloncestística, del mundo.

Lo de ayer ante Lituania (sobre todo los 62 puntos del primer tiempo) es un ejemplo de lo que puede hacer la selección cuando su eje fundamental, formado por Calderón, Navarro y Pau Gasol, está entonado. Y ayer lo estaban. Sobre todo el primero, de quien se tenían dudas por su irregular rendimiento durante las tres primeras pachangas. Anoche fue el primer partido en serio de los muchos que quedan. Hoy llega otro ante Turquía, que podría dejar a los Ilyasova y Turkoglu fuera del Eurobasket si les ganamos y a Polonia se le ocurre hacer lo propio con Gran Bretaña.

Después vendrá uno de los partidos del torneo: España-Alemania. Los germanos perdieron ante Serbia y serán terceros en el grupo B, que se cruza con el de los españoles. Pese a la derrota son uno de los equipos del campeonato, no sólo por la indudable calidad de Nowitzki, sino por la aportación de gente como Benzing, Schaffartzik y Kaman. Pero si España mantiene el nivel del primer período ante Lituania, cuando todo ha salido a pedir de boca, ni Alemania ni nadie tienen nada que hacer.

Por ahora, cuatro de cuatro y en clave ascendente. Los de Scariolo han mandado un mensaje a sus rivales, que podía haber sido mayor si al final Lituania no hubiera maquillado el resultado hasta reducir la diferencia a tan sólo 12 puntos ante el pasmo de Sabonis. En ese mensaje pone claramente: 'Hemos venido a ganar'. Luego llegará la segunda fase y las eliminatorias. Todo puede pasar porque esto es un deporte, pero ayer este grupo de jugadores demostró que está un peldaño por encima del resto y que será muy difícil hacerles sombra si las cosas siguen saliendo así de bien. Que dure.