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Diana Martín: "No todo es pelear
por ir a unos Juegos Olímpicos"

 Nace de enormes debilidades y, a los 34 años, ha terminado tres carreras universitarias. "No me gustan los obstáculos, pero he aprendido a aceptarlos", señala.

La atleta española Diana Martín.

MADRID.-  Su discurso despierta exigencia, felicidad. A los 34 años, Diana Martín (Madrid, 1981) ya es una mujer madura que no sólo te habla de atletismo, te habla de la vida. Por eso esta conversación sale de la pista. Viaja a un mundo en el que nunca se separa de la tierra. “El fracaso sería no intentarlo”. Frente a esa idea está su biografía, en la que los éxitos llegaron a tiempo. “Supe convertir cada reto en una oportunidad”. Así que hoy se enorgullece de su palmarés en el que, a lo sumo, sólo falta un puesto de finalista en unos Juegos Olímpicos.

Pero desde la pasada semana, en la Diamond de Mónaco, se clasificó con un año de antelación para los 3.000 obstáculos, en los de Río de Janeiro 2016 en los que volverá a ser ella misma. Tendrá 35 años y ambiciones mayores. "Al final, siempre quieres más". Y ante eso no hay terapia. "Porque el deporte es un reflejo de la vida o de lo que me voy a encontrar en el mundo laboral".

Pregunta: Ahí seguimos, Diana, cada día mejor

Sí, se puede decir que ahora estoy en la cresta de la ola.

P. ¿Y eso cómo se mantiene?

"A veces, se me torció la vida y no siempre los que están a mi alrededor creyeron en mí… Pero yo sí, yo llamo fe a esto que tengo en mí misma"

Para mí, es la suma de la confianza en mí misma. Es la clave de mi éxito. Confío en mí más de lo que pueda confiar nadie. A veces, se me torció la vida y no siempre los que están a mi alrededor creyeron en mí… Pero yo sí, yo llamo fe a esto que tengo en mí misma y la fe mueve montañas.

P. Aprendió que la vida es un desafío

Aprendí que el deporte es un reflejo de la vida. Supe convertir cada reto en una oportunidad y cada debilidad en una fortaleza.

P. Entonces hay que buscar obstáculos en la vida

No, a mí no me gustan los obstáculos, para nada. Me gustaría que todo fuese sencillo, maravilloso, pero la vida es otra cosa, la vida no sólo es el éxito. La vida también es lo que me sucedió a mí tras saltar un obstáculo. Me rompí un hueso de un pie que me hizo sufrir dos operaciones. Me dejó un año fuera de las pistas y me llenó de miedo. Pero hoy he cambiado el miedo por el respeto.

P. ¿De qué no es capaz ahora?

Hay cosas de las que no soy capaz, no vamos a ponernos a exagerar ahora… Pero sí puedo decir que todo lo que me he planteado en la vida lo he conseguido a nivel afectivo, académico y deportivo, todo.

P. ¿Y ahora la edad tampoco le pone freno?

"Cada vez tengo más lesiones, los tendones más degenerados y por cuestión de edad empiezan a aparecer en mi vida otras prioridades"

Pero me lo pondrá. A la larga, el cuerpo pasa factura. De hecho, me está avisando. Cada vez tengo más lesiones, los tendones más degenerados y por cuestión de edad empiezan a aparecer en mi vida otras prioridades. Por eso ya hay días en los que imagino el final…

P. ¿Y eso es lo que quiere?

No, lo que quiero no, pero es la vida, es lo que hablábamos.

P. ¿Y qué pasará en esa vida?

Pues que lo más bonito estará por llegar, no me cabe ninguna duda, encontraré una lista de ilusiones, de sueños que me darán energía para vivir con tanta o más felicidad que la de ahora…

P. Ha convertido esta conversación en un ejercicio de psicología, Diana

Sí (risas), pero es que con tantas entrevistas… Te ayudan a reflexionar en lo que piensas, a afianzar tus creencias, a tener las ideas claras, quizá por eso cada vez me gusta más escucharme…

P. ¿Qué aprendió escuchándose?

"La gente de a pie se ilusiona por cosas pequeñas como las de amanecer cada día, como pueden ser unas vacaciones de verano… No todo es pelear por ir a unos JJOO"

No, no se trata de mí…, el mundo es muy amplio. Mire, a mí me encanta escuchar a gente soñadora y esa gente puede ser gente de a pie que se ilusiona por cosas pequeñas como las de amanecer cada día, como pueden ser unas vacaciones de verano… No todo es pelear por ir a unos JJOO. Y esa gente me recuerda que yo algún día seré como ellos.

P. Pero usted ya está preparada

Tengo que estarlo, claro.

P. ¿Ha pensado en el mundo laboral?

"Me diplomé en empresariales, terapia educacional y me licencié en económicas…, pero, por encima de todo, está lo que aprendí de la vida"

Sí, no paro de darle vueltas. Quizá demasiadas, y ese es mi handicap, no lo puedo evitar. Pero claro que estoy dando vueltas al mundo laboral, porque es el momento perfecto y entonces no hago más que preguntarme: ¿dónde estará mi sitio? ¿Cómo podré transmitir lo que he aprendido?

P. Hizo buena formación

Me diplomé en empresariales, terapia educacional y me licencié en económicas…, pero, por encima de todo, está lo que aprendí de la vida…

P. Conoció éxito y fracaso

Pero mi fracaso nunca fue una derrota, mi fracaso fue esas veces en las que no encontré mi lugar, no peleé lo suficiente para llegar al máximo a una competición…, y eso deja huella. Al menos, a mí me la dejó.

P: ¿Y en la vida de los atletas existen momentos así?

En la mía, sí, los hubo y significaron un punto de inflexión que ni quiero ni puedo olvidar. Fue cuando no me clasifiqué para el Europeo de Barcelona en 2010. Entonces me pregunté: ‘¿qué estás haciendo, Diana? ¿adónde vas?’ Y decidí que o me dedicaba a fondo al atletismo, a vivir, a comer, a trabajar como una profesional…, o pinten taba buscar trabajo en un banco.

P. Hoy, sin embargo, vive una luna de miel

No. Tampoco se pase. De verdad que me cuesta cada pasito que doy. Tengo demasiados handicaps en mi vida: alergias, lesiones…, soy una atleta bastante atípico que no vivo en el éxito diario.

P. También podría ser aburrido

"Tengo mis rarezas, no es fácil aguantarme… Pero aun así he conseguido todo lo que esperaba. No sé qué más pedirme"

Pero no va con mi forma de ser. Yo soy una atleta que he aprendido a aceptar mis propias debilidades. Tengo mis rarezas, no es fácil aguantarme… Pero aun así he conseguido todo lo que esperaba. No sé qué más pedirme. Aprendí a sacar jugo al sufrimiento, a disfrutar con el dolor…

P. Entonces veo que ya corre sin presión. Podría ser su diferencia

No, no… De eso nada. Al final, siempre subes el listón. Siempre quieres más. No te conformas con ir a entrenar, no te conformas con clasificarte al Mundial, a los JJOO… Una vez que lo haces ya estás pensando: ‘¿Y por qué yo no puedo ser finalista?’ Pero esa es mi manera de ser.

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