Público
Público

'Dios' también trabaja la estrategia

Los internacionales argentinos elogian el trabajo de laboratorio de Maradona, que ya les ha dado tres goles

L. J. MOÑINO

'Salió la jugada, salió la jugada'. Con los puños cerrados, Diego Armando Maradona se giró hacia su banquillo cuando Heinze hizo el primer gol de Argentina. No disimuló su satisfacción por ese gol de pizarra. Los dos primeros tantos ante Corea del Sur también fueron producto de dos jugadas a balón parado.

Maradona tiene un laboratorio inesperado y se siente orgulloso de él. El rey de la improvisación, de la espontaneidad arrabalera, se ha puesto la bata del fútbol metido en un tubo de ensayo. Su capacidad para sorprender parece ilimitada en este Mundial. Se le relacionaba mal con las cuestiones que tienen que ver con el trabajo concienzudo y la reiteración de movimientos y jugadas enlatadas. Los prejuicios por su díscola personalidad descartaban en él un trabajo de campo metódico.

«Necesitábamos al técnico, no al ídolo y eso ha sucedido», afirma Burdisso

'Con todo lo que me había pasado en el fútbol, con mis experiencia buenas y malas, me volqué en la selección argentina y todo este tiempo me lo pasé mirando videos. Me informé y aprendí muchísimo para poder luego hablar con mis jugadores. Mejoré como técnico', reconoce el propio Maradona.

'Cuando Diego agarró la selección dije que necesitábamos un técnico, no al ídolo, porque esto siempre va a estar. Ante Corea del Sur le salieron todos los cambios. Está tocado, está en un Mundial y sabe mucho de cómo hay que manejarse. Habla con nosotros, nos pregunta sobre los jugadores que conocemos y luego analiza y prepara la charla. La prueba de que trabaja todo, de que no es sólo un motivador, está en los goles de estrategia', afirma convencido Burdisso, que hoy ocupará el lugar del lesionado Samuel.

'Diego acertó con el cambio de Tévez por el Kun cuando pasábamos un momento irregular con los coreanos. Nos dio frescura. También nos salieron las jugadas ensayadas. Estamos trabajando todo muy bien con él', admite Messi, que hoy puede lucir el brazalete de capitán si Verón se lo cede. 'Mañana (por hoy) lo verán', dijo ayer tras unas gafas chipioneras que le ha regalado su hija.

En dos conversaciones privadas con Messi, éste le insistió en que quería jugar ante Grecia: 'Jugará porque él siempre quiere jugar y eso me encanta. Teníamos pensado darle descanso, pero tener a un jugador de la talla de Lio, el mejor del mundo sin ninguna dudas, era un desperdicio. Por eso lo metemos en la cancha. Va a jugar y está muy contento'. Maradona también tuvo tiempo de aguijonear a España: 'Se creían que les iban a dar la Copa y los demás íbamos a jugar por la segunda plaza'.

«Nos sale todo lo que trabajamos con Diego», admite Messi

Estos días, Maradona habla mucho de fútbol con su entorno. Está muy seguro de sí mismo y lo hace notar. Ha aparcado las referencias a Fidel o a Obama para presumir ante de esas jugadas diseñadas por él. Lo que no abandona es su rol de psicólogo para sus muchachos, a los que explica día tras día de qué va un Mundial.

El sábado hizo un aparte con los suplentes. 'Ven a aquel, él empezó el Mundial 86 como suplente y terminó siendo imprescindible'. Maradona se refería al Negro Enrique, su ayudante, el hombre que presume con ironía de haberle dado el pase de un metro, en el medio del campo, ante de iniciar la cadena de regates que le fundió con la eternidad ante Inglaterra. Grondona, el presidente de la AFA: 'Sólo el puede manejar un plantel de 500 millones de euros'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?