Además de las patadas y los tres puntos de sutura en el tobillo derecho que recibió en Zagreb, a Cristiano también puede caerle un buen paquete de la UEFA por sus declaraciones contra el árbitro tras el partido del miércoles ante el Dinamo (0-1). Seguir la doctrina de Mourinho puede costarle caro a la estrella blanca.

El técnico luso siguió el encuentro desde el palco cumplía el segundo de los tres partidos de sanción que le impuso la UEFA precisamente por cargar contra los árbitros, pero trazó la estrategia de comunicación a seguir por Karanka y los jugadores. Así, recién concluido el choque, un responsable de comunicación del Madrid saltó al césped y se dirigió rápidamente hacia Cristiano. En las imágenes se ve a dicho empleado blanco taparse la boca con una carpeta mientras le dice algo al jugador. Cristiano escucha, sigue andando en dirección al vestuario y, de repente, tuerce el gesto visiblemente contrariado. A renglón seguido cambia el rumbo y camina hacia el punto donde le espera la redactora de Telemadrid.

'Es una vergüenza... Ojalá que este árbitro no nos pite más porque ha sido una vergüenza', insiste el futbolista mientras la cámara enfoca su ensangrentado tobillo. Minutos después, ya en el escenario oficial reservado para las televisiones, Karanka sube un grado la crítica y, de forma sutil, desliza un disparo directo contra Michel Platini, presidente de la UEFA: 'Hay que mirar a todos por el mismo rasero, no se puede decir que hay que proteger a algunos, y a otros mira lo que les han hecho y no pasa nada'. Antes de comparecer, alguien debió recordarle al segundo entrenador blanco una polémicas declaraciones de Platini en agosto: 'Messi está mucho más protegido por los árbitros (que Maradona y Pelé en su época). Y está bien que sea así'.

Para que quedara claro que los ataques de Cristiano contra el noruego Moen no eran en caliente, el portugués insistió después en la zona mixta. 'No entiendo nada. Los arbitrajes, el fair play del que tanto habla la UEFA, la protección de los jugadores hábiles... No entiendo nada reiteró. Los colegiados dicen antes de los partidos que protegerán a los jugadores de más calidad, a los más habilidosos. Mientras algunos son intocables, parece que a mí me pueden maltratar'. Y remató cargando contra el público croata que le pitó y vitoreó a Messi: 'Me silban mucho porque soy guapo, rico y me tienen envidia'.

La UEFA puede intervenir de oficio y sancionar al jugador portugués por sus declaraciones. Existe un precedente cercano, el de Arsène Wenger, técnico del Arsenal, que hace un mes fue sancionado con dos partidos tras despacharse a gusto por el arbitraje recibido en la previa de la Champions. El Madrid lo sabe y desde la misma noche del miércoles ha cerrado filas en torno al delantero luso.

La plantilla estaba adoctrinada para dar un mensaje común. Una estrategia diseñada al milímetro por Mou y muy bien definida: críticas al árbitro, a la dureza del rival y a la protección confesa de la UEFA hacia Messi, sin mencionar nunca al jugador del Barça.

Por si había dudas, ayer hizo su aparición Eladio Paramés, portavoz de Mourinho. 'Ya tenemos un Ovrebo 2', publicó en Twitter refiriéndose al colegiado noruego contra el que Mourinho cargó por su actuación en la semifinal de la Champions 08/09 Chelsea-Barcelona.