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Eliminatoria a favor

El Sevilla empata ante el CSKA de Moscú en un partido en el que le faltó algo más de ambición

ALBERTO CABELLO

Un resultado valioso con una sensación plomiza. El Sevilla aplicó más cerebro que pasión para obtener un empate ante el CSKA. Optó por el camino más fácil, por la anestesia, por la alergia al riesgo. Volvió a prescindir de su código de barras (las bandas) y se quedó sin etiqueta.

Nada que reprochar con el marcador a la vista, pero queda cierto margen a la crítica ante la posibilidad de haberle puesto a la eliminatoria la fecha de caducidad justo en el mismo día en que se inauguró. Al final, la historia es la de casi siempre. El iluminado Palop, guardián de la portería, tuvo que resolver un uno contra uno en los últimos minutos para que su equipo no cargara en el avión de vuelta de Moscú con un resultado mucho peor.

Fue un partido sin arrancadas, el arte del uno contra uno pareció extinguido, los delanteros siempre vivieron mucho más tiempo de espaldas que frente a la portería. Todo lo que le apetecía al CSKA. Sin ritmo competitivo en todo el invierno, lo que menos querían los rusos eran esos partidos tan musicales que compone ese otro Sevilla.

La conexión entre Negredo y Navas vuelve a obtener fruto

Por no haber, no hubo ni centro del campo. El balón bailó de los centrales a los delanteros en balones insulsos. Zokora pasó sin hacer ruido y Romaric estuvo en paradero desconocido toda la tarde.

El Sevilla estuvo mucho mejor en la primera parte. Tuvo cierta amplitud en su juego en búsqueda de la inspiración de Navas. El CSKA no opuso demasiada resistencia a esta idea. Es un equipo con dos pinzas y una catapulta. Mark González y Krasic se encargan de buscar el buen disparo del japonés Honda o alguna llegada al segundo palo. No ofreció mucho más.
La chispa la prendió antes el Sevilla. En una de las pocas ocasiones en las que Navas se encontró con un balón decente en su zona sacó un centro con veneno que se tragaron dos defensas y el portero. No lo hizo Negredo. El madrileño purgó alguna de sus faltas de las últimas semanas con un gol decisivo. Otra vez el extremo y el delantero vuelven a conectar sus cables en un partido importante.

Ahí llegó el momento en el que el Sevilla se quedó a medio camino. Administró el resultado y se olvidó del fútbol. El 0-1 desenchufó al equipo del partido. No dio el paso adelante para liquidar al CSKA. El equipo de Jiménez se conformó con que no pasara nada.

Palop, decisivo una vez más con una gran parada en el tramo final

Como fichas de dominó puestas en fila, esta inercia fue tumbando piezas del partido. Primero Negredo, luego Adriano, Renato, Romaric. Los defensas y Zokora se convirtieron en los únicos protagonistas.

Y claro, despertó el CSKA. Le metió algo de chicha al partido para terminar de apagar al Sevilla. Mark González enganchó el balón en un gran disparo que ni Palop pudo detener. Acabó el portero hasta con cierta sensación de agobio, pero el valenciano tiene a la musa entre sus guantes. Metió un pie genial para resolver un mano a mano con Necid y así dejar la eliminatoria con cierta ventaja.

1 - CSKA Moscú: Akinféev; A. Berezutski, Ignashévich, V. Berezutski, Shénnikov; Krasic, Aldonin, Shemberas, Mark González; Honda (Mamáev, m.83) y Necid.

1 - Sevilla: Palop; Stankevicius, Fazio, Escudé, Navarro; Adriano (Perotti, m.59), Zokora, Renato (Acosta, m.88), Romaric, Navas; y Negredo (Kanouté, m.76).
Goles: 0-1, m. 25: Negredo. 1-1, m. 66: Mark González.

Árbitro: Féliz Brych (Alemania). Mostró tarjetas amarillas a Aldonin, Mark González y Honda.

Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio olímpico Luzhnikí en la capital rusa ante unos 40.000 espectadores (la mitad del aforo).

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