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Cuando un entrenador te pide perdón

El técnico del Rayo Vallecano, Paco Jémez, no es un Mourinho a la española: él no tarda en disculparse

ALFREDO VARONA

'Perdona, me has cogido en un mal momento. Cuando quieras acabamos la entrevista. Un abrazo'. El mensaje de disculpa apareció en mi móvil. En realidad, no tiene nada novedoso si no es porque vino de un hombre de fútbol que horas antes me había colgado el teléfono sin los mejores modales: Paco Jémez, el entrenador del Rayo Vallecano que esta noche peleará frente al Madrid. El desafío ha traído una semana de locura como explica Fernando López, jefe de prensa del club. 'No hay medio de comunicación al que Paco no haya atendido. Ha sido una invasión, pero no porque interesemos nosotros, sino por jugar contra quien jugamos. Y como el Madrid no concede entrevistas, todo el mundo viene hacia nosotros y...'.

La ley de la oferta, en cualquier caso, es así. Yo llamé a Paco Jémez, que me parece un hombre interesante desde sus tiempos de futbolista. Fue un defensa central de melena y orgulloso, hijo de un cantaor flamenco. Su carrera logró buena reputación en el Deportivo de Arsenio y en la selección española de Camacho. Ahora, es un entrenador con la cabeza afeitada, tan valiente que es capaz de jugar con una defensa de tres en el Rayo. Tiene fama de ser un gran motivador, de un compromiso casi cerril con la profesión, como me advirtió José Juan Luque, compañero del Diario de Córdoba. El año pasado trató casi a diario con él y se sabe prácticamente de memoria su número de teléfono. 'Paco se lo toma todo muy a pecho, tiene sus rabietas, pero no encontrarás a un jugador que hable mal de él'. En ese sentido establece cierto paralelismo entre él y Mourinho. 'También, también, es un personaje muy jugoso para la prensa'. Y añadió: 'Incluso, para hacer fuerza en el equipo, se crea sus propios enemigos'.

Sin embargo, yo no tenía motivos para hacerle ese tipo de preguntas que quizá puedan resultar improcedentes para un entrenador que, en este caso, acaba de llegar al Rayo. Tampoco era mi objetivo escucharle decir que al Madrid no se le puede regalar nada, que lo lógico es que te gane nueve de cada diez partidos, que hay muchas formas de perder o que Mourinho es un monstruo, porque eso ya se le ha escuchado en las ruedas de prensa. Mi idea era construir una conversación humana, el precio de la vida. Y para eso esperé mi momento, a través de una frase casi legendaria de Paco Jémez, que tiene un jugo extraordinario. Aún más tratándose de un hombre como él, que viaja sin la familia a todos los clubes que entrena: 'La gente se fija en lo que ganamos, no se da cuenta de lo que perdemos'.

La realidad es que, en un momento, colgó el teléfono, no le apetecía, no estaba de ánimo, y no pasó nada: todo el mundo tiene derecho a enfadarse. Paco Jeméz, además, es un hombre que se reconoce impulsivo ('a veces, las cosas se pueden decir de otra manera, con otro tono'), al hilo de una pregunta que le hicieron una vez de si ha tenido que pedir perdón a los jugadores. 'Sí, sí, sobre todo en el banquillo, y muchas veces'. Yo lo he comprobado con ese mensaje que quizá retrate la personalidad del hombre y que probablemente valga más que horas de conversación. Suficiente así...

Y a todo esto ¿la entrevista? Pues lo cierto es que ya no se reanudó, pero no pasa nada. Antes, ya me había dicho que la felicidad plena no existe ('al menos, yo no la conozco') ni siquiera en un momento como éste en el que el Rayo está tres puntos por encima del Madrid. Y, que nadie se equivoque, el hecho de ser capaz de marcar tres goles al Atlético en ocho minutos tampoco le obliga a ganar a todo el mundo. 'Nos obligaría si antes no hubiésemos recibido cuatro...', señaló.

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