La selección española de balonmano se alzó con la victoria en la final de la Copa Presidente frente a Egipto (28-24), por lo que termina como decimotercera clasificada su decepcionante andadura en el Mundial disputado en Croacia, donde ha firmado su peor participación de la historia en estos campeonatos.

Fue un encuentro cómodo para los hombres de Valero Rivera, que lograron cosechar una pequeña ventaja de cuatro goles en los primeros minutos y supieron administrarla en lo que restaba de partido. Los egipcios no se dieron por vencidos, pero fueron incapaces de plantear dificultades al bloque español.

A diferencia de lo exhibido durante su participación mundialista, el combinado español se mostró seguro en defensa y contó una vez más bajo palos con la impagable presencia de José Manuel Sierra, una de las pocas notas positivas que deja la visita a Croacia y que redondeó su trabajo con otra buena actuación ante el bloque egipcio.

Si en la primera mitad el protagonismo ofensivo correspondió a Juanín García, en la segunda Joan Cañellas se ocupó de tomar el relevo anotador del extremo barcelonista para liderar el ataque de la 'Roja'. El máximo goleador de la Liga Asobal se despachó con nueve goles para acabar con la muralla que por momentos supuso Maksoud.

Una victoria tan clara como intrascendente, pues supone la peor actuación española en la historia de los Mundiales. Tras la medalla de bronce conquistada en los Juegos Olímpicos de Pekín, España terminó el Mundial de Croacia compitiendo en un grupo que no era el suyo, víctima de la candidez defensiva y la falta de claridad en ataque demostradas durante el campeonato.