'Lo que le fastidia es jugar en las pistas pequeñas. Va a estar más motivado', decía ayer Antonio Martínez Cascales de su pupilo Juan Carlos Ferrero. El tenista valenciano volverá a pisar esta tarde la pista central de un complejo de Grand Slam en su partido de cuartos de final de Wimbledon ante Andy Murray.

El ranking manda. Sus derrotas lo desalojaron de las canchas más nobles de los torneos. El antiguo número uno del mundo se vio exiliado a pistas casi sin gradas, en las que todo se fía a la vista del juez de línea. Allí no alcanza el radio de acción del ojo de halcón; eso es exclusiva de los dos o tres escenarios principales.

Jugador número 115 del mundo en mayo, que es cuando en Wimbledon se configuran los cuadros, la organización londinense tuvo que echar mano de una invitación especial para que Ferrero, de 29 años, pisara la hierba este año. El insolente invitado ya está en cuartos de final. Sólo tres jugadores que accedieron al cuadro gracias a una wild card consiguieron llegar a esta ronda.

Pat Cash alcanzó los cuartos en 1986 y Goran Ivanisevic se hizo con el trofeo en 2001. 'Me encantaría repetir lo que hizo Goran pero está claro que va a resultar muy complicado', admitía ayer Ferrero.

'Ha sido tal vez obsesión. Siempre lo ha querido hacer demasiado rápido. Para llegar al diez, primero tendrás que llegar al 20 y luego al 15. No del 25 al diez directo', argumenta Cascales sobre estos años oscuros de su jugador.

Una inoportuna varicela, sus casi crónicos problemas en los aductores, muñeca, hombros, las gripes. Siempre había algo que cortaba el intento de reinvención de Juan Carlos. Un cambio en su preparación física ha sido la antorcha que ha iluminado la cueva. Potenciando su carrocería logró que su cuerpo se sintiera otra vez fuerte para poner en práctica todo el tenis que permanecía en paradero desconocido.

El trabajo ha comenzado a dar sus frutos en la superficie en la que peor se había manejado en sus años lozanos, la hierba. Sólo Murray pudo detenerle en las semifinales de Queens hace un par de semanas y ahora tendrá el mismo rival en su intento de superar su tope en Wimbledon. 'Ese partido me ha servido para entender cómo tengo que jugarle. La clave será mantener la agresividad en todo momento', reconoce el español.

Fernando Verdasco, David Ferrer, Feliciano López y Tommy Robredo, además de Nicolás Almagro como suplente, componen el equipo español de Copa Davis que se enfrentará a Alemania en cuartos de final del 10 al 12 de julio en Marbella. Nadal será el gran ausente debido a los problemas físicos que le han impedido disputar Wimbledon.

El seleccionador español de Copa Davis, Albert Costa, reconoció ayer que el balear 'no está bien y hay que darle descanso'. Así, señaló que espera verle pronto en las pistas, pero el jugador lleva 15 días sin tocar raqueta y 'ahora no está para jugar'.