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Un final a punta de pistola

Alonso conserva un solo motor en buenas condiciones; a Webber, Vettel y Hamilton le quedan más, aunque ninguno nuevo. Nunca habían llegado tantos pilotos con opciones al título a la última carrera del Mundial

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

No va más. Sin tiempo para descansar, sin posibilidad de refugiarse en los cuarteles generales de Europa a reflexionar y dar vueltas en el simulador para practicar el circuito de Abu Dabi, el ingente personal de las escuderías suma a toda velocidad horas de vuelo entre Brasil y el emirato asiático donde el domingo se decide el título más disputado en los 60 años de historia de la F1. Nunca antes cuatro pilotos llegaron a la última cita del año con opciones de ganar el campeonato.

Es el desenlace soñado por Bernie Ecclestone. El patrón de la F1 mostrará al mundo, a los cientos de millones de teles-pectadores que seguirán en directo la carrera, la versión más glamourosa, competitiva y emocionante de su negocio: cuatro hombres Alonso, Webber, Vettel y Hamilton, tres escuderías Ferrari, Red Bull y McLaren, un circuito espectacular, lujoso y, lo que es más importante, un final incierto.

La superioridad aeorodinámica de Red Bull influirá en el revirado sector 3

El trazado de Yas Marina, nombre de la pista construida en la isla del mismo nombre e inaugurada el año pasado, tiene el curioso perfil de un revólver. Son 5,5 kilómetros de asfalto surcado por dos rectas, una de ellas larguísima (1.173 metros), y 21 curvas de ángulos variopintos. Sobre el papel, la superioridad aerodinámica exhibida por Red Bull a lo largo del campeonato será también determinante en la última cita del año, especialmente en el revirado sector 3, pero existen otros factores que, siempre a priori, favorecen a Ferrari.

Los bólidos rojos tienen más velocidad punta que los ya campeones de constructores, así que, tanto en la mencionada e inacabable recta como en el curvón 10, Alonso puede aprovechar para, en función de las circunstancias de la carrera, achuchar o alejarse de los Red Bull.

El español deberá exprimir el único motor en buenas condiciones que le queda, pero con mimo. Si llega como líder, es precisamente por la fiabilidad de su mecánica en el último tramo del curso. Todos los aspirantes tirarán de motores usados ya han utilizado los ocho permitidos, aunque Webber, Ve-ttel y Hamilton tienen más de uno competitivo, menos castigados de kilómetros que Alonso, así que deberán manejarse con agresivo tacto durante casi dos horas de tensión, exigencia y, según las previsiones, mucho calor.

Ferrari tiene más velocidad punta para aprovechar la larguísima recta

Las altas temperaturas afectan también a neumáticos y frenos, dos elementos vitales. Alon-so y Ferrari han demostrado que, una vez que las ruedas alcanzan su temperatura óptima, nadie es más rápido que ellos y, sobre todo, que nadie degrada menos las gomas. Si la estrategia sale bien es obligatorio al menos un cambio de neumáticos, el endiablado ritmo que suele imponer el asturiano puede resultar decisivo.

Con todo, la única verdad que nadie discute es la importancia suprema de la parrilla. Es cierto que Red Bull no ha sacado el partido que debiera a su dictatorial dominio en las sesiones sabatinas 14 poles de 18 posibles y sólo 8 victorias,pero quien salga primero el domingo dará un paso decisivo. A Alonso le valdría con ser segundo, así que la primera prioridad de Ferrari es proporcionarle al español un coche con el que el sábado pueda firmar la vuelta de su vida y, como mínimo, colarse entre Vettel y Webber.

A partir de ahí, la pista con forma de pistola apuntará a uno de los cuatro candidatos al título más peliagudo de la historia. La cuenta atrás está en marcha. Y no tiene freno.

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