Público
Público

"Guti es el que hace perfecto a este Real Madrid"

El brasileño ha pasado de tener el cartel de transferible a ser uno de los jugadores indiscutibles del sistema de Schuster

PEPE GARCÍA-CARPINTERO

La vida sonríe a Baptista (26 años, Sao Paulo). De hecho, la sonrisa nunca le abandonó, ni siquiera en los momentos que portaba como una losa el cartel de transferible. Su caso recuerda al episodio de Zamorano y Amavisca con Valdano. El argentino les hizo la cruz en pretemporada y acabó deshaciendo el camino y los dos fueron decisivos en la Liga del 95. Schuster no ha tenido más remedio que recompensar su trabajo. El exilio londinense le ha valido para aprender que con paciencia se consiguen las metas y el trabajo silente de La Bestia no se ha detenido hasta colocarse con la camiseta de titular en el Real Madrid.

Menudo cambio. Ni el futurólogo más optimista del mundo lo hubiera acertado. Titular indiscutible y goleador. Si se lo dicen a principio de temporada...

Sí, la verdad es que encuentro muy satisfecho. Ahora estoy pudiendo aportar mis virtudes al equipo y eso me provoca mucha felicidad. Siempre confié en mis posibilidades. Mi reto era jugar aquí, acabar la temporada jugando y parece que por fin lo voy a conseguir.
El Madrid golea, saca ocho puntos al Barcelona, muestra una superioridad insultante. ¿Cuál ha sido la clave de tanto cambio de un año a otro?
El cambio esencial es el de actitud. Ante el Valladolid hicimos un partido excepcional, tuvimos un cien por cien de efectividad, presionamos en cada línea, la intensidad fue altísima durante todo el encuentro, estábamos muy centrados y fue un partido perfecto.

¿Entonces, qué paso en Almería?

Cuando bajas esa intensidad y presión se pierde la dinámica ganadora. Esto en una Liga tan competitiva lo pagas muy caro. Ante el Valladolid recuperamos el nivel correcto.

¿Ver al Barcelona a ocho puntos no puede crear síntomas de relajación en el vestuario pensando que el partido ante la Roma está a la vuelta de la esquina?

Nada, nada. Nosotros vamos a lo nuestro, que es lo importante. Dependemos de nosotros y esa es la clave. El rival no existe, no miramos quién viene por detrás. Tenemos que dar la sensación de estar muy fuertes. Jugando en casa y fuera los adversarios deben saber que tienen un equipo invencible delante.

¿Qué grado de culpa tiene Guti en el buen juego del equipo?

Con Guti todo es más fácil. Sus pases son increíbles, marcar un gol es mucho más fácil. El domingo dio una lección. Cada vez que Guti está a este nivel de juego, el equipo lo nota y hace que los partidos sean perfectos. Eso es lo que se vio el domingo: un Guti a un nivel altísimo.

Pero sorprende que todo un Real Madrid ‘mate' al Valladolid jugando a la contra en el Bernabéu.

No estoy de acuerdo. No jugamos a la contra para nada. La tocamos mucho. Lo que pasa es que el Valladolid adelantaba tanto las líneas que pusimos a un hombre siempre rompiendo, ya fuera por las bandas o un poco por detrás de Raúl. ¡Ellos pusieron la línea de defensa en el medio del campo! Nosotros lo vimos y utilizamos lo que no querían. Estuvimos afortunados porque no les dejamos ni respirar. Lo intentaron, pero lo que prepararon no les funcionó. Ahí creo que supimos leer bien el partido.

Entonces, ¿se puede decir que el Madrid, en parte, cambió de sistema en función del rival?

No. Lo que pasa que hay que ser flexibles en función de lo que tienes delante. El entrenador elige. Esta vez jugamos un 4-2-3-1, pero también porque teníamos la baja de Ruud y necesitábamos marcar de otra forma.

¿Baptista se siente más cómodo de enganche o en esa posición en el flanco izquierdo al lado de Guti y Gago?

Siempre he dicho que me siento muy a gusto en la posición que jugué ante el Valladolid. Pero hay que adaptarse a todo y ayudar al equipo. En ese 4-2-3-1, con Guti y Gago de pivotes, y con ese juego de bandas, a mí me gusta mucho jugar. Pero todo siempre hay que supeditarlo a la decisión del míster, que es el que mejor sabe qué interesa en cada momento.

Hablando del trabajo diario, supongo que a su regreso de Inglaterra le habrá sorprendido la personalización del trabajo, con Di Salvo a la cabeza...

La verdad es que todo es diferente. Cada uno tiene su parte. Todos ayudan lo que pueden y son profesionales muy competentes y facilitan las cosas para nosotros.

El Barça está a ocho puntos, Ronaldinho salió en la segunda parte ante el Sevilla y ya parece que se le ha olvidado hasta tirar las faltas...

Hay veces que no sale nada y eso pasa en todos los equipos. Cuando no te sale nada desde hace tiempo, es muy complicado cambiar la situación. El Barça está encontrando dificultades con ciertos equipos, pero nosotros no debemos mirar hacia allí. Si no perderemos la distancia que llevamos.

¿Es recuperable Ronaldinho?

Claro. Fue y es el número uno como jugador. Depende todo de él. Es un grandísimo futbolista y cuando se lo proponga, volverá.

¿Pero a veces la crítica puede hasta con los mejores?

El problema es que le han puesto el listón muy alto y entonces la gente cobra por lo que él ha hecho y eso es complicado. Cuando pones el listón tan alto es difícil subirlo, pero muy fácil bajarlo. Lleva cuatro años a un nivel alto, dos balones de oro... Si se pone en forma nadie puede ponerle en duda.

¿Se parece algo este Madrid a aquel que le fichó hace tres años?

No. Sin lugar a duda, el cambio ha sido tremendo. No tiene nada que ver.

Por aquel entonces estaban los galácticos...

Lo importante es el cambio de actitud y, sobre todo, ganar la Liga. Eso te da tranquilidad. También hay otros jugadores, y antes cada uno tenía su carácter. Esto es un esfuerzo colectivo y no individual. Ahí radica el éxito de este equipo.

¿Entonces fue tan importante el ‘Juntos Podemos'? ¿Un lema es capaz de cambiar el sentimiento de un vestuario?

Claro. Incido que esto es un deporte de equipo. Lo colectivo siempre tiene que prevalecer sobre lo individual.

El buen ambiente se ve en los entrenamientos, Schuster se implica tanto que a veces parece un futbolista más...

El míster nos entiende muy bien. Sabe de qué va esto y qué siente el jugador en cada momento.

¿Liga o asalto a la Décima?

Hay que ganar una de ellas, da igual la que sea. Aunque puestos a elegir levantar la Décima sería algo muy bonito.

Por cierto, el sábado visita el Ruiz de Lopera, encuentro siempre especial para un ex sevillista.

Claro (risas). Pero nosotros tenemos que ir a lo nuestro. Lo sentimos por el Betis, pero vamos a seguir con este ritmo. No vamos a parar. Tenemos ganas y hambre de hacer las cosas bien.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?