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Higuaín gobierna el caos

El delantero argentino marca cuatro goles y le da la victoria al Madrid ante el Málaga (4-3), en el que volvió a reinar la desorganización táctica y la falta de juego colectivo en ataque y en defensa

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Cuatro goles y un futbolista en medio del caos. En un partido que era un desgobierno, sin más sentido que la ley primaria del fútbol –meter la pelota en la portería contraria– Higuaín subió otro escalón hacia el reino de Raúl. Esa remontada no hace mucho hubiera llevado el sello del capitán madridista.

Raúl se quedó en el banquillo y ni siquiera fue la primera opción cuando Schuster tuvo que buscar a la heroica la machada. Si no hay lesión de por medio, Raúl parece tocado de verdad. En las condiciones que se desarrollaba el encuentro, hasta hace nada hubiera sido el jugador indicado para tocar la fibra de la grada. Sin embargo, fue Saviola el elegido por el entrenador alemán. Un jugador con el que apenas contaba, se encontró con la tarea de reactivar a los suyos. No hizo falta. Higuaín asumió esa tarea envalentonado como está.

Nada fue normal anoche en el Bernabéu. O sí, viendo el proceso de descomposición del Madrid en los últimos partidos. Ataca mal y defiende peor. Sin Pepe, ahora mismo no tiene Schuster un defensa fiable, un cacique del área que ponga orden. Cannavaro lidera esa falta de autoridad. Todos sus compañeros no dudan en señalarle como el capo, el hombre que les enseña los trucos de la posición, de la defensa en línea. Les debe dejar tan embobados con la teoría que no deben ver la necesidad de aplicar la práctica. Se anticipan mal y a destiempo y les descabalgan con simples toques en el dos contra uno.

Ramos es otro que no levanta cabeza. Nadie diría que está bajo sospecha. Opta por recuperar su posición cómodo, en vez de esprintar. En esas urgencias, Roberto Carlos regresaba a toda mecha. Ramos se va al ataque y vuelve al trote. Cuando no se le va la cabeza y pasa por encima del pecho de un contrario como hizo con Eliseu. Roja directa. Para entonces, el Málaga había ya había reventado la defensa blanca cuantas veces se lo propuso e Higuaín empezaba a intuir que iba a ser su noche más grande. Duda fue un martirio y Adrián un martillo. Vuelve a lucir este delantero, que hace un par de temporadas enseñó en el Camp Nou un tranco de privilegiado. Cuando arranca y alcanza su velocidad punta es imparable. A Caparrós le tenía entusiasmado hasta que el chico se subió al limbo.

El caos del Madrid también se reveló en el medio del campo. En este sentido, las rotaciones le hacen mucho daño. En un equipo que apenas tiene circuitos aprendidos y mecanizados de circulación de balón, las variantes semanales no ayudan a consolidar los pocos caminos claros que tiene. Ese mal no ha conseguido desterrarlo Schuster y le persigue desde la temporada pasada. No hay un centro del campo fijo y por ahí nacen la desorientación y la desorganización.

Un día juega Van der Vaart y otro desaparece cuando es el jugador que más daño hace a balón parado y junto a Guti el que mejor ve el fútbol. La sinrazón del Madrid la reafirmó que fuera Guti el que sostuviera al equipo en el medio. Acabó con ojeras por el desgaste y la tensión acumuladas. Ejerció de libre. Barría y lanzaba a su equipo. Terminó roto, pero reconocido.

Con 2-2 y el Madrid con 10 jugadores al Málaga le faltó grandeza. Se dejó dominar y que el Madrid creciera en el escenario que más le gusta. Hay cosas que sólo son posibles en el Bernabéu, al que le va la marcha. Higuaín igualó el penalti de Apoño, en otra jugada que decía que el partido era ingobernable. Como en el colegio, nada más sacar de centro, Gago se fue hacia arriba y enganchó con Higuaín, que sacó un disparo m. Su crecimiento, es proporcional al tamaño con el que ve la portería; antes pequeña, ahora, como un trailer atravesado. Salvo en los penaltis. El segundo lo lanzó igual que el primero y se lo adivinó Arnau, pero está en racha y le fue el rechace. Va camino del trono de Raúl.

4- Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Heinze, Cannavaro, Marcelo; Sneijder (Salgado, m.46), Gago, Guti, Drenthe (Saviola, m.66); Van der Vaart (Diarra, m.83) e Higuaín.

3- Málaga CF: Arnau; Gámez, Hélder, Weligton, Calleja; Eliseu (Nacho, m.62), Apoño, Miguel Angel (Fernando, m.82), Duda; Adrián (Luque, m.82) y Baha.

Goles: 0-1, m.6: Eliseu. 1-1, m.8: Higuaín. 1-2, m.17: Baha. 2-2, m.37: Higuaín, de penalti. 2-3, m.69: Apoño, de penalti 3-3, m.70: Higuaín. 4-3, m.77: Higuaín, de penalti, tras aprovechar el rechace de Arnau.

Arbitro: Iturralde González (colegio vasco). Expulsó a Sergio Ramos, de roja directa; y mostró tarjetas a los locales Heinze, Higuaín y Gago; y a los visitantes Weligton, Duda, Calleja, Apoño.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de Primera división disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 72.000 espectadores.

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