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Una inercia peligrosa

Los donostiarras encadenan 12 derrotas en sus visitas al Camp Nou

GERMÁN ARANDA

El mayor peligro de una inercia ganadora como la que lleva el Barça, que encadena ocho victorias en sus últimos encuentros, es el de bajar la guardia. Si el rival, en este caso la Real, ha perdido en sus últimas 12 visitas al Camp Nou, crece la amenaza de que el partido se dé por ganado antes de jugarlo. Y más aún si, por último, en el horizonte hay un derbi en el campo de un Espanyol crecido y por ahora en puestos de Liga de Campeones. 'De eso hablamos a partir del lunes', advirtió ayer Guardiola en su comparecencia.

Porque, una semana más, la tarea principal del técnico es convencer a unos jugadores de élite mundial de la dificultad de un rival, inflar sus peligros para que la 'grandísima sorpresa' que está siendo la Real para el técnico no se convierta en una sorpresa en el sentido más negativo de la palabra. 'Casi todo lo hacen bien', arrancó Pep, 'tienen jugadores muy interesantes, sobre todo arriba. Se asocian mucho los unos con los otros', prosiguió, 'tienen mucho peligro por las bandas y dominan muy bien eso tan típico en el fútbol vasco del juego de centro-remate', completó.

El técnico, ante la buena marcha de su equipo y la soltura con la que funcionan los automatismos, puede estudiar mejor a sus rivales. Sus jugadores poco tienen que mejorar y en el once inicial habrá pocas variaciones, como mucho dar descanso a Piqué, apercibido de sanción, y ubicar a Abidal o al canterano Fontàs de central.

La medular poco tiene a mejorar con Xavi e Iniesta como volantes, como mucho Mascherano podría dar descanso a Busquets. Y el ataque formado por Pedro, Messi y Villa viene marcando una y otra vez. 'Es la tónica del equipo, hace dos años los tres de arriba marcaron cien goles. Tienen un perfil goleador, pero también es culpa del juego que generamos y hay una parte que depende de las rachas', señaló el técnico.

Pero en su comparecencia de ayer, como es habitual en partidos así, no fue el encuentro el mayor protagonista. La primera sorpresa de Guardiola fue asegurar que, en unos octavos de final de la Liga de Campeones donde podría cruzarse con Arsenal, Milan, Inter o Roma, a quien no quiere encontrarse es 'a los franceses'. 'Porque no. Porque son muy fuertes. Los jugadores del Marsella son unos animales físicamente'.

También tuvo Guardiola que defender la integridad de Qatar, país en el que vivió como jugador y que lucirá su nombre en la camiseta del Barça, pese a ser una monarquía absolutista. 'Estuve allí y es un país muy abierto, con todas las libertades del mundo. Injusticias hay en todo el mundo, pero si fuera un país dictatorial no lo habrían escogido para los Juegos Asiáticos y el Mundial', defendió el entrenador, que ya avaló la candidatura de Qatar para la Copa del Mundo de 2022, que se acabó imponiendo.

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