Otra reunión más que encalla y otro paso más hacia una temporada regular más corta. El encuentro de este martes entre propietarios y jugadores de la NBA ha vuelto a concluir sin acuerdo, lo que ha obligado al comisionado de la liga, David Stern, a cancelar todos los encuentros de pretemporada e imponer un ultimátum: o se llega a un pacto este lunes o las dos primeras semanas de la temporada no se jugarán. 

'Simplemente llegamos a la reunión y cuando los jugadores hicieron su propuesta los dueños la consideraron inaceptable y ahí ya no tuvo sentido continuar la reunión', aseguró Stern.

La propuesta de los jugadores resultó inaceptable para los propietarios

'Sostuvimos intensas discusiones para ver si podíamos acercar posturas, pero existe una gran separación', afirmó Derek Fisher, presidente del sindicato de jugadores. 'Hoy no era el día para cerrar este asunto y ni tan siquiera fuimos capaces de acercar posturas'.

Ante esta situación, el comisionado se ha visto obligado a cancelar la pretemporada y a anunciar que si no hay acuerdo este lunes, también hará lo mismo con las dos primeras semanas de la competición, que debería iniciarse el próximo día 1 de noviembre.

Sin embargo, no hay fecha para otra reunión antes del límite impuesto por Stern, tal y como confirmó el director ejecutivo del sindicato de jugadores, Billy Hunter. 'Puede ser que en un mes, dos meses. Sus deseos son tan buenos como el mío', explicó.

'Cuando la liga ofreció el 47%, la reunión había concluido', dicen los jugadores

Los jugadores, que la pasada temporada en el último año del antiguo convenio colectivo recibieron el 57% de los ingresos generados por el baloncesto (BRI, en inglés) para pagar sus salarios, aceptaron bajar el porcentaje al 53%, pero los dueños sólo han aceptado subir al 47%. 'Cuando la liga ofreció el 47%, en realidad la reunión ya había concluido', destacó Hunter. 'Es inadmisible esa figura'.

Junto a Fisher también estuvieron en la reunión su compañero de equipo el escolta de los Lakers Kobe Bryant, que regresó de su viaje por Europa, el alero de los Celtics Paul Pierce, y su compañero de equipo Kevin Garnett.

Stern y los dueños de los 30 equipos insisten que la temporada pasada perdieron 300 millones de dólares y que 22 franquicias tuvieron números rojos, por lo que el actual sistema financiero de la liga no es rentable y hay que cambiarlo. De ahí que exijan la reducción de los ingresos que reciben los jugadores por el BRI, una bajada de los salarios y establecer un tope salarial rígido con contratos que sean garantizados y de corta duración.

La temporada debía empezar el 1 de noviembre

Mientras que los jugadores aseguran que fueron 18 y no 22 los equipos que perdieron dinero y consideran que la NBA comenzó a tener de nuevo ganancias durante la pasada temporada con récord de asistencia, nuevos contratos de televisión y otros beneficios.

Antes que de la reunión, seis de los agentes más importantes que controlan a las estrellas de la NBA mandaron una carta a sus respectivos clientes en las que les pedían que no aceptasen ningún oferta de los dueños con precipitación y no firmasen nada. En la misma misiva, los agentes insisten que los dueños quieren presionar y amenazar a los jugadores para que firmen un nuevo convenio en el que los únicos perdedores van a ser ellos, sin recibir nada a cambio.

Por su parte el comisionado Stern advirtió que si no se comienza la temporada el 1 de noviembre será muy difícil disputar una temporada completa de 82 partidos. De acuerdo al comisionado, la mayoría de los pabellones donde juegan los equipos ya han pedido a la liga que les dé un posible calendario para los meses finales del año, dado que si no van a disputarse partidos podrían alquilarlos para otros eventos.