Pep Guardiola recupera poco a poco efectivos de cara a la dura cuesta de enero y febrero que se avecina para los azulgrana. Ayer, en el primer entrenamiento del año, se reincorporó al grupo Andrés Iniesta, lesionado durante el duelo del pasado 21 de diciembre frente al Hospitalet.

El de Fuentealbilla sufrió una pequeña rotura de fibras en el muslo durante el partido de Copa, cuando los doctores pronosticaron que estaría unos 15 de días de baja. Su recuperación va mejor de lo esperado, y aunque en principio no jugará mañana frente a Osasuna, todo apunta a que sí estará el domingo en condiciones para encarar el derbi.

También se entrenaron ayer con normalidad Puyol y Keita, renqueantes en los últimos días. De hecho, el capitán no pudo jugar el encuentro entre Catalunya y Túnez el viernes pasado por culpa de unas molestias en los aductores.

Abidal, con gripe, se ejercitó, en cambio, en el gimnasio, donde sigue también David Villa. Operado de una fractura de tibia, el asturiano afronta la primera fase de su recuperación con sesiones de magnetoterapia, según reveló el propio futbolista, que continúa de muy buen humor.

El conjunto azulgrana realizará esta mañana el último entrenamiento antes del duelo ante Osasuna. La Copa motiva al vestuario del Barcelona, sobre todo, tras perder la final el curso pasado ante el Real Madrid.

'Tengo muchas ganas de ganar la Copa con el Barça', reconoció ayer Adriano, que ya logró el torneo en las filas del Sevilla. 'Se nos escapó la temporada pasada y ahora tenemos otra oportunidad. Pero tendremos que hacer un partido muy bueno en casa porque el de vuelta será muy difícil', añadió el brasileño.

No aportó ninguna novedad, en cambio, sobre la futura renovación de Pep Guardiola, sobre quien Adriano no escatimó en elogios. 'Desde mi llegada he aprendido muchísimas cosas con él. Es como un padre, una pieza muy importante dentro del grupo. Creo que se quedará, y ojalá sea así', deseó. 'Ha cambiado el fútbol. La gente ve este deporte de otra manera gracias a él', concluyó el brasileño.