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Jero García: el maestro del 'parque'

El ex campeón de España de boxeo plasma sus enseñanzas en su propia escuela deportiva y en el plató de ‘Hermano Mayor’.

Jero García, en la esquina de uno de sus ring en 'La Escuela'. /REVISTA ELITE SPORT

Es el protagonista de una novela que dirige a saltos de guión. Su vida es un largometraje pleno de cortos heterogéneos hilados a golpes. En su género cabe la comedia romántica, el drama de conciliación familiar, el profesional del boxeo, el entrenador, relatos de campeones, de ganadores y perdedores en el ring de la vida, el maestro con el que crecen los alumnos, memorias del barrio, crónicas de televisión, fundaciones de ayuda e historias del parque. Es el show de Jero García, el personaje principal de una película que tiene incluso a la heroína de su cuento de hadas: “Paula, esa princesa mallorquina que apareció en un gimnasio, en ese planeta metido en un garaje, y a mí se me apagó el foco”.

La escena principal se desarrolla en una escuela de boxeo y en un plató de televisión. Ex boxeador campeón de España y ahora entrenador, es el presentador y ‘coach’ (ese anglicismo que agrupa al maestro, formador y psicólogo) del programa de Cuatro ‘Hermano Mayor’, en el que lleva dos temporadas y rueda la tercera. “A través de las cámaras estamos cambiando la forma de ver a un profesor de boxeo, que puede ser también educador de personas. Un gimnasio en el que se practica este deporte no es lo que antes se pensaba, hay que ir borrando ese cliché. Y todo gracias en parte a Cuatro por haber apostado por un boxeador”, explica en una entrevista concedida en ‘La Escuela’ a Revista Elite Sport.

El boxeo agrupa una serie de valores que pueden transmitirse al resto de ámbitos de la vida. “Una sola clase te lleva sacrificio, constancia, disciplina y trabajo. Ahí se incluye el respeto contigo mismo. Eso te vale para los demás. Los seres humanos somos así, tenemos unas determinadas aptitudes que las vamos a aprovechar en otros”, destaca Jero, quien empezó a gustarle este mundo a los cinco años cuando su abuelo le llevaba a las veladas de la Plaza Mayor de El Pardo (Madrid). En esa época coincidió que su padre era camarero (“tenía tres trabajos para que la familia pudiéramos comer”) en el Palacio de los Deportes y su madre le llevaba para que viera los combates.

Con 28 años se coronó campeón de España de boxeo, título del que se siente más orgulloso y que añade a su colección como ganador de los campeonatos nacionales de Full Contact y Kick Boxing. “En aquel momento el boxeo no estaba arraigado, fueron los tiempos más duros, los del reverso tenebroso que los medios y el mundo de la política nos dieron, y no había sitio donde poder boxear. No es como ahora, que comercialmente se puede practicar en cualquier lado. Encima, intentaron abolir las peleas y la competición”, recuerda Jero, quien añade que “en esa época había pocos promotores, combates y escaso dinero. Fue muy complicado”. Esas circunstancias que vivió le llevan a afirmar que se siente “mejor entrenador que boxeador”. “Como profesional me demostré a mí mismo que podía serlo, pero me faltaron bastantes combates para poder haber visto dónde podía haber llegado, para lo bueno y para lo malo”, sentencia.

Jero García señala el cartel de la película de Rocky Balboa. /REVISTA ELITE SPORT

Jero García señala el cartel de la película de Rocky Balboa. /REVISTA ELITE SPORT

Mejor generación de la historia

"Ahora hay una hornada de entrenadores que es la mejor en la historia de este deporte"

Jero García mira al futuro de este deporte con optimismo, confiado en “una base de boxeadores que no la ha habido en la historia”. “Hubo años, como en finales de los 60 o 70 donde el boxeo era brutal y éramos portada en medios como en As y en Marca, pero no había esa base tan buena y de calidad técnica como existe ahora. Ahora hay una hornada de entrenadores que es la mejor en la historia de este deporte”, resalta el boxeador, que cree que en España se están preparando próximos campeones a nivel mundial: “En el horno hay unos cuantos panes que van a ser de los mejores que pueden existir. Se está forjando la mejor generación de boxeadores que va a haber en España en muchos años. Estamos ahí, a fuego lento”.

Defiende su deporte con la misma pasión que lo practica y lo entrena, con argumentos hacia los críticos que lo atacan: “No puede ser violento porque esa palabra viene de ‘violatis’, que es una raíz latina que significa forzar a alguien. Es un deporte donde no se fuerza a nadie. El boxeo profesional es peligroso, no nos engañemos, por supuesto que sí. Pero es que el de competición sólo es una parte de él. También está el de aprendizaje, el educativo, el anti estrés. Es muy fácil echarnos porquería a través del boxeo profesional, pero no es violento. Tiene agresividad implícita, pero es el noble arte de pegar y que no te peguen. La masa social de este mundo se está ampliando y estamos llegando a todos los lados. Por eso ahora mismo creemos que es un buen ‘boom’ y hay una buena moda en el boxeo. Siempre se utilizan frases relacionadas con él, por algo será, porque al final no deja de ser un ritual, que está en la leyenda de todo el mundo. ¡Coño, que somos los últimos gladiadores!”.

Jero García, apodado en su día ‘El zurdo loco’ porque cambiaba de guardia y desconcertaba a los rivales, maneja la escena con una seguridad aplastante. Desde el momento en que le ves por primera vez te impregnas de su alegría, observando como sus pupilos muestran admiración y respeto, dejándose llevar y compartiendo sus bromas en cada paso que da. Ese hechizo envuelve ‘La Escuela’, ese club de poetas del boxeo que entonan a coro el miserere con cada golpe al saco, con cada movimiento acompasado de puños y amagues. En su particular camino hacia el sur manda señales al muestrario de personajes que habitan sus ‘Historias del Parque’, haciéndoles saber que todo llega, incitándoles a defender lo que es suyo.

Con esta pasión creó su cortometraje, que le sirvió el día de su estreno para pedir matrimonio a Paula, para sorpresa de prácticamente todos los asistentes, incluida ella: “Yo siempre he escrito guiones. La incertidumbre hacia todo me ha gustado. Es una versión sobre una obra de teatro que yo había trabajado en ‘Réplika’. La obra original está en ‘Central Park’ y la trasladé al Parque San Isidro en el centro de Carabanchel Bajo, me pareció algo maravilloso. Luego tuve la ayuda de Mario, que es mi ayudante y mejor actor y fue un viaje divertidísimo, de cómo ensayarlo y que Paula no se imaginara en ningún momento que todo fuera encaminado a eso”.

El cine y Alejandro Sanz

Su motivación por el cine, que le hizo trabajar en algunas películas y series de televisión, le llegó gracias al cantante Alejandro Sanz: “Me ‘engañaron’ para hacer un videoclip con él, para entrenarle y coreografiarlo, y a partir de ahí se encadenaron cosas. Cuando me quise dar cuenta estaba estudiando en una de las mejores escuelas de interpretación de Madrid. Me salió trabajo como especialista y acabé dirigiendo y protagonizando mi propio cortometraje”.

Con 'Hermano Mayor' estamos cambiando la forma de ver a un profesor de boxeo, que puede ser también educador de personas"

Toda esta amalgama de experiencias le ha situado de lleno en el plano televisivo con ‘Hermano Mayor’, que va camino de su tercera temporada con él. “Es un esfuerzo grande de mi gente, pero es para ayudar a los demás, eso es lo más importante de todo. El programa no soy sólo yo, somos un grupo de muchísimas personas implicadas en el proyecto. Me deshago en elogios hacia todos ellos, deberían vernos cómo trabajamos. Todos vamos a lo mismo, que es conseguir la conciliación familiar. Es maravilloso, lo estoy contando y se me pone la carne de gallina.”, afirma Jero, quien destaca que ‘Hermano Mayor” es “realidad, y eso es duro, nos violenta”. “No queremos que sea verdad. Yo muestro las cosas como son, pero luego enseño a solucionarlo. Lo que se ve es lo que hay. Si fuéramos actores estaríamos en Broadway. Desgraciadamente este programa ayuda a personas que están completamente desesperadas”, concluye el boxeador, que sigue teniendo trato con casi todos los chicos que participaron con él en el programa: “Hay un alto porcentaje muy grande de mejoría. Los que han estado conmigo han mejorado bastante”.

Jero, en el ring principal de su escuela de boxeo. /REVISTA ELITE SPORT

Jero, en el ring principal de su escuela de boxeo. /REVISTA ELITE SPORT

"He conseguido que muchos chavales sean monitores, funcionarios, licenciados o diplomados, y hay otros que son boxeadores como Eric Pambani, que acaba de ser campeón de España"

Su método de aprendizaje lo lleva ejercitando muchos años en diversos gimnasios, pero fue en 2007 cuando se decidió a tener su propio centro de operaciones y creó ‘La Escuela’, que cuenta con unos 200 alumnos, 32 de ellos becados. Es además el punto neurálgico de la ‘Fundación Jero García’ de ayuda a la integración a través del deporte: “Es un tanto atípica, porque yo no tengo ingresos, ni los quiero. Lo que aporto es mi trabajo, mi voluntariado, también económico, a través mío, de mi mujer y de mis ayudantes. A veces me ha llegado dinero y lo he entregado a asociaciones de discapacitados. A muchos chavales les he conseguido que sean monitores, funcionarios, licenciados o diplomados, y hay otros que son boxeadores como Eric Pambani, que acaba de ser campeón de España, o Damián Guinea, que va a pasar a profesional”.

Esa ayuda y enseñanza la transmite a las personas que le rodean, pero no considera que haya “sacado a nadie de la calle”. “Eso es un cliché que sólo vale para vender periódicos. Yo soy lo que soy y mis boxeadores son los que son. A lo mejor he prevenido. Este es un barrio periférico, de un estrato social bastante obrero, no bajo. Ha habido mucho paro y ha hecho mucho daño esa falta de trabajo. Yo lo que he podido es darles mis señales, regalarles cultura deportiva y asociar su vida a unos valores como son los del boxeo. Lo que he procurado es que lo plasmen en otros aspectos de su vida y puedan no haber recalado en el ‘parque’, como decimos nosotros aquí. Pero yo no he ido al ‘parque’ y no he sacado a nadie de allí”.

"Gracias al deporte no caí en cosas donde desgraciadamente muchos amigos cayeron. Pero a mí no vino el boxeo a buscarme, fui yo quien fue"

Siempre vinculado al barrio de Carabanchel, recuerda los años de su infancia allí: “El Carabanchel de los años 80 no era peligroso, era lo siguiente. Era un mercadeo de la droga donde había muchos poblados chabolistas, había una trashumancia de gente enferma, pero que tenían que buscarse la vida y lo primero que se buscaban era, desgraciadamente, el robo, atraco y demás, con toda la violencia que conllevaba. No eran sitios de buen gusto. Pero no solamente era Carabanchel, había muchos barrios en España así, parte de la historia de este país. Me tocó vivirlo de cerca y gracias al deporte no caí en cosas donde desgraciadamente muchos amigos cayeron. Pero a mí no vino el boxeo a buscarme, fui yo quien fue”. Y así logró crear y dirigir ‘La Escuela’ de boxeo, que como perfectamente define el periodista David Gistau en el lema que reza en una pared del gimnasio: “Es una antigua cochera acondicionada que habla en Morse al barrio con los golpes de los sacos”.

Jero, con su pupilo el campeón de España, Eric Pambani. /REVISTA ELITE SPORT

Jero, con su pupilo el campeón de España, Eric Pambani. /REVISTA ELITE SPORT

Además de su Fundación colabora con el ex seleccionador nacional de baloncesto, Pepu Hernández, en un proyecto para educar a las futuras nuevas promesas del deporte. “Desgraciadamente todos los deportistas de élite tienen su camino de vuelta. Y ese camino es un poco complicado. Cuando se te apagan las luces y ves luces de neón sueles acabar en peores sitios. Pero no solamente en boxeo, sino en muchísimos deportes. Intentamos ayudarles a que no se vuelvan locos, que no se gasten el dinero y que no se crean todo lo que les dicen. Queremos preparar al deportista cuando está en activo para cuando no lo sea. Y eso se hace a través de planteamientos financieros, de estudio, trabajo, además de hacer un determinado deporte”, comenta.

Jero García, quien tiene al malogrado Salvador Sánchez como ídolo del boxeo, ha entrenado a muchos personajes famosos, pero para él “una estrella es alguien que ilumina y alumbra caminos”. “Para mí no hay mayor estrella que mi padre, que es el que ha estado 40 años trabajando para mantener a su familia”, señala el boxeador, antes dejar constancia de su filosofía de vida: “Yo te voy a permitir caer, pero lo que no te voy a permitir es que no te intentes levantar”.

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