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Leire Iglesias pierde el bronce en el último combate

La judoca vasca (- 70 kg) ha perdido por ippon contra la holandesa Edith Bosch y ha terminado en un meritorio quinto puesto. David Alarza (-90 kg) se tuvo que retirar con problemas de espalda

AGENCIAS

Leire Iglesias, en el peso -70kg. de judo, rozó hoy la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín pero finalmente perdió por ippon ante la holandesa Edith Bosch, que marcó el golpe definitivo a falta de 1 minutos y 46 segundos para la conclusión.

Iglesias fue la primera integrante de la selección española de judo que disputó un puesto de podio, después de que no pudieran pugnar por las medallas Ana Carrascosa, Isabel Fernández, Oscar Peñas y David Alarza, que acabó hoy lesionado.

La estadounidense Ronda Rousey fue la ganadora del otro bronce al derrotar a la germana Annett Boehm, a la que se impuso por yuko.El quinto puesto de Leire Iglesias en la clasificación general se convierte en la mejor posición de los judocas españoles, a falta de la participación mañana, jueves, de Esther San Miguel.

Para llegar a este combate Iglesias había ganado a la colombiana Yuri Alvear. La vasca, vigente subcampeona de Europa, logró la victoria por 'shido' (amonestación por falta de combatividad que equivale a un 'koka') y buscará la tercera medalla para España.

En el primer combate de la repesca se había impuesto a la ucraniana Nataliya Smal. La vasca, subcampeona de Europa, logró un 'koka' y un 'yuko' que dejaron sin opciones a su rival.

Mientras, David Alarza, en menos de 90, perdió por ippon su combate en segunda eliminatoria y abandona la competición por una lesión en la espalda.

Alarza, tras derrotar por ippon al puertorriqueño Alexis Chiclana en primera ronda, sufrió un tirón muscular en la espalda que condicionó su rendimiento en el combate ante el argelino Amar Benikhlef, que terminó venciendo al español por ippon.

Alarza mostró constantes gestos de sufrimiento sobre el tatami durante una pelea en la que precisó recuperarse en varias ocasiones y recurrió a movimientos físicos tratando de entonarse muscularmente, un objetivo imposible ante la dolencia que padecía.

El ippon marcado por el argelino, con el que el judoca español se despedía de los Juegos Olímpicos de Pekín, dejó a David Alarza tendido en el suelo durante un tiempo, al cabo del cual logró levantarse tras recibir atención por parte del equipo español.

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