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Lorenzo viaja del 99 al 1

El español de Yamaha será campeón del mundo con un noveno puesto en Sepang

ALBERTO CABELLO

A Jorge Lorenzo se le aparecen el ángel y el diablo, el freno y el acelerador, en las horas previas a la carrera más importante de su vida. El balear será hoy campeón del mundo de MotoGP si consigue acabar entre los nueve primeros el Gran Premio de Malasia. El duende bueno le aconseja prudencia. Le arrastra al conservadurismo y a mantener un buen ritmo de carrera para conseguir el objetivo. Al otro lado, el demonio le tienta a dar gas, a brindar por la conquista desde lo más alto del podio del circuito de Sepang. Consiguió el mejor tiempo en los entrenamientos oficiales. Una pole más de propina.

Sin embargo, hasta ahí parece que llegó la osadía. Nada más bajarse de la moto, el piloto de Yamaha dejó clara cuál será la estrategia de la carrera: 'Trataré de dar las primeras vueltas muy rápidas y a continuación iré decidiendo a medida que vaya viendo como están las cosas. Estaremos tranquilos y concentrados. Pero lo que está claro es que no iré a jugármela, no iré al máximo', aseguró.

No entrará, por tanto, al trapo del pique que de seguro le planteará Valentino Rossi en algún momento. En Japón, hace una semana, no pudo evitar el cara a cara. Quiso demostrar que su pilotaje está a la altura de uno de los más grandes de todos los tiempos. Esta vez, las cosas no marchan tan bien al otro lado del muro de Yamaha. Rossi parte desde la segunda línea por lo que algo tendrá que inventar para ponerse a la altura de los primeros en la salida. Seguro que no asistirá en silencio a esta coronación. Tendría morbo un podio en el que Il Dottore cediera su trono a su peor enemigo.

La mañana tendrá un menú pesado: el terrible calor, la humedad, la suciedad de la pista. Sepang es una de las ratoneras más temidas por los pilotos. 'La carrera será muy difícil, tal vez la más dura de la temporada', reconocía Rossi. Las estadísticas están a favor de Lorenzo. Su peor resultado en las 14 carreras disputadas esta temporada ha sido cuarto. Ha ganado siete y ha acabado en el podio otras cinco veces.

Si nada extraño sucede, Lorenzo cambiará su dorsal 99 por el 1 de campeón del mundo. Será el segundo español en lograr el título en la categoría reina después del que logró Alex Crivillé hace más de una década.

'Ha llegado el momento que tanto he estado esperando durante toda mi carrera y la verdad es que me siento muy nervioso ante las opciones de ser campeón, pero salimos desde la mejor posición posible y sólo habrá que ver qué es lo que sucede', reflexiona el balear.

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