Público
Público

El Madrid sobrevive al Barça

Los azulgranas perdonan en la segunda mitad a un Madrid muy mermado por las bajas. Varane se erigió como la estrella blanca salvando varios goles y empatando el choque en los últimos minutos. Cesc adelantó al Barça al comienz

EDUARDO ORTEGA

Pudo ser otra historia la de esta noche. Pudo acabar en el Bernabéu la eliminatoria. Pero los blancos son de esos equipos que están más vivos que nunca cuando más muertos parecen. No supo el Barça matar al eterno rival cuando agonizaba en el césped. Pudo hundirlo en la segunda mitad, pero lo indultó. No fue tampoco la noche de Messi. Acostumbrados a ver portentosas actuaciones del mejor jugador del mundo, hubo de conformarse con dar una asistencia de gol casi sin querer. Fue una noche para invitados de excepción: Pinto, Diego López y un Varane que, para los que no le conocieran, se descubrió como un crack y futura estrella. No obstante, fue el joven francés el que mantuvo a los suyos con vida en el partido y en la eliminatoria.

Pese a los indultos y perdones, fue un duelo de colosos, un espectáculo futbolístico en todas sus vertientes: juego, ocasiones y tensión, pero deportiva. No hubo peleas, ni berrinches ni polémicas tontas, ni juego sucio.

La primera mitad fue un brutal intercambio de golpes. Cada uno con su estilo, sin pausas, de área a área. Intimidó el Madrid en los primeros compases, guiados por un tremendo Özil. Anularon el juego del Barça en los minutos iniciales y llevaron el susto en más de una ocasión al banquillo culé. Pinto, el portero copero de los azulgranas, tardó solo un minuto en entrar en acción. Sacó una peligrosísima falta de Cristiano al borde del área con extraño incluido.

Diez minutos le costó a los de Roura entrar en el partido y veinte dar la primera advertencia seria en el Bernabéu. En la primera, Jordi Alba empalmó muy desviado totalmente sólo un increíble -uno de esos muchos- pase de Iniesta. En la segunda, Xavi lanzó una falta al larguero que hizo enmudecer el santuario blanco.

El peligro culé era ya constante y Carvalho dejó un gol a merced de los azulgranas. Varane, incomensurable todo el choque, sacó bajo palos un gol que hubiera marcado el encuentro. Espoleado por el error, el Madrid se decidió a atacar sin tregua la portería de Pinto con Benzema como protagonista. El francés falló una clara en el área y puso un gran balón a Cristiano, que no llegó de cabeza por centímetros.

Una endiablada primera mitad, vertiginosa. No obstante, el descanso no fue un calmante para ninguno de los dos. 

Benzema -otrora el gato de Mourinho- volvió a rondar el gol en los primeros instantes del segundo acto en una preciosa jugada combinada de los merengues, y en el siguiente ataque llegó el mazazo. Un balón sin dueño al borde del área blanca cayó a Messi que, sin saber muy bien cómo, dio una asistencia perfecta para que Cesc, solo ante Diego López, remachara a la red.

El golpe hizo mella en el Madrid, más daño del que se hubiera podido pensar. Xavi, Iniesta, Cesc, Messi y compañía se adueñaron del balón, lo durmieron, durmieron también el partido y al Madrid, que entró en una terrible somnolencia. Los de Mourinho se desconectaron del choque demasiado pronto, se partieron en dos, o en tres, pero el Barcelona no hizo mayor la herida, cuando más daño pudo hacer.

El Madrid entró en una terrible somnolencia, se desconectaron del choque muy pronto pero reaccionaron al final 

Los azulgranas atacaron pausadamente, como si estuvieran en un patio de colegio, sin prisa, con rondos eternos y probablemente abusaron del preciosismo, en lugar de matar el encuentro y la eliminatoria. Tuvieron tres goles casi cantados, pero Cesc y Pedro no acertaron en la definición cuando tuvieron todo de cara para ejecutar a un Diego López cuya titularidad sorprendió a propios y extraños.

Tampoco fue la noche de Cristiano, que rozó el gol en dos ocasiones. Mourinho trató de hacer reaccionar a los suyos con cambios poco arriesgados. Pero la apuesta le salió bien al portugués por la falta de ambición y acierto de los azulgranas, que vieron como Varane, la estrella blanca esta noche, empataba de cabeza a diez minutos para que acabara el choque.

Ante la avalancha merengue final, el Barça prefirió guardar la ropa y afrontar de cara la vuelta de unas semifinales de Copa cuya historia pudo ser radicalmente distinta. 

1 - Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso; Özil, Callejón (Modric, m.58), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.63).

1 - Barcelona: Pinto, Dani Alves, Piqué, Puyol, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Cesc (Thiago, m.85), Pedro (Alexis, m.76), Iniesta y Messi

Goles: 0-1, m.50: Cesc. 1-1, m.81: Varane.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Carvalho (16), Callejón (41) y Xabi Alonso (89) por el Real Madrid, y a Piqué (1), Alves (72) y Puyol (81) por el Barcelona.

Incidencias: encuentro de ida de las semifinales de Copa del rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, con 83.000 espectadores en las gradas.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?