Público
Público

Sin margen de error

EFE

Japón y Grecia se enfrentan hoy en Natal (24 horas, Gol T) con la presión añadida de saber que difícilmente tras su partido habrá un mañana en el Mundial para la selección que resulte perdedora. Con el casillero a cero tras la primera jornada del grupo C y tras ser duramente criticados por periodistas e hinchas, el técnico de Japón, el italiano Alberto Zaccheroni, y el seleccionador Griego, el portugués Fernando Santos, han dedicado los últimos días para enderezar el rumbo.

El estreno de Japón en la Copa del Mundo pintaba excepcional, con un golazo de su estrella Keisuke Honda, pero Costa de Marfil cambió la historia con dos goles de cabeza en menos de tres minutos. Zaccheroni, técnico de los Samuráis Azules, ha escuchado en los últimos días una suerte de 'ruido de sables' a partir de una de las voces más autorizadas en Japón, el excapitán Hidetoshi Nakata, ahora comentarista de televisión. 'Tenemos que pensar a qué queremos jugar porque hasta ahora aún tengo que intentar entender a qué quiere Zaccheroni que juegue el equipo', manifestó recientemente.

Significativa fue también la queja del goleador Honda, quien tras el debut manifestó, visiblemente molesto, que Japón 'no jugó como sabe'. El futbolista del Manchester United, Shinji Kagawa, se mostró partidario de encarar mañana a Grecia con menos precauciones y jugar con más agresividad. 'Grecia va a salir a atacar y no tenemos otra opción que seguir la misma estrategia', puntualizó el jugador nipón. El goleador Shinji Okazaki también reclamó más participación en ataque al recordar que Japón está diseñado para atacar. Solo un triunfo podría aliviar la tensión que ya se evidencia en el cuartel de los Samuráis Azules y un rendimiento excepcional podrá evitar que el equipo del Sol Naciente termine quemando la espalda del técnico italiano.

A Grecia, por su parte, las cosas le salieron mal desde los primeros compases del choque, cuando en apenas seis minutos ya perdía frente a Colombia. Tras pelear durante todo el encuentro por devolver las tablas al marcador, finalmente el combinado heleno claudicó al encajar dos goles más de la escuadra sudamericana. Las críticas han llovido sobre el portugués Fernando Santos, especialmente porque no se entiende cómo un equipo que se preciaba de haber establecido una escuela con sólidos cimientos defensivos hubiera sido fácilmente vulnerada por los colombianos. Estas críticas surgidas tras el partido ante Colombia han planteado un doble compromiso para Santos: arreglar el esquema defensivo para evitar que la escuadra helena vuelva a hacer aguas atrás y soltar las amarras para que los delanteros puedan llegar más libres a la portería de Eiji Kawashima.











¿Te ha resultado interesante esta noticia?