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"El más grande de la historia no es Phelps, es Gebrselassie"

SEBASTIAN COE. Su acreditación le concede importancia en Pekín como presidente de Londres 2012 y la memoria le valora por sus proezas como atleta

IGNACIO ROMO

No es fácil entrevistar a alguien que ha sido tu ídolo. No es fácil estar frío, saludar cortésmente, fingir que no sientes ninguna emoción al sentarte al lado del atleta que convirtió los años ochenta en una sucesión de carreras inolvidables, de récords del mundo, de títulos olímpicos, de vibrantes duelos con Steve Ovett, con Aouita, con Cram, con José Luis González, con Abascal… Sebastian Coe, propietario de la zancada más fluida que se ha visto jamás, es ahora el cerebro y máximo responsable de la organización de Londres 2012. La entrevista transcurre en el Estadio Olímpico. ¿A quién ve como favorito para los 1.500 metros?Está realmente abierta. Veo a Ramzi y al francés Baala como candidatos, pero puede pasar de todo. Ramzi ha sabido encontrar su mejor forma en el momento justo.

No menciona a Higuero…

No, no me malinterprete. Soy un fan del mediofondo español, el único país europeo que ha sabido mantener el nivel muy alto en la última década. Higuero es muy, muy bueno. Puede ganar una medalla. Y sentí mucho la eliminación de Casado, porque creo es un gran talento. Debería haber estado en la final.

¿Casado se equivocó al correr al frente del grupo?

No. No necesariamente. Lo que sí es cierto es que cuando uno se pone en cabeza, tiene que hacerlo con un propósito. Correr al frente del grupo es una táctica, no una excusa. No hay que hacerlo porque no sepas dónde ponerte. El riesgo es que te puedes quedar luego en tierra de nadie.

Casado reconoció que se había equivocado.

Puede que le venga bien esta experiencia. El problema es que éste no es precisamente el mejor sitio para aprender de errores.

Retrocedamos más de veinte años. ¿Cuáles son los momentos de su carrera que más recuerda?

Claramente, los Juegos Olímpicos. Y de los dos, Los Angeles-84 fue más placentero. En Moscú-80, era joven y tenía que ganar; en Los Angeles, no.

¿Phelps es el más grande de la historia?

No. Phelps no es el mejor deportista olímpico de la historia. Ahora bien, es un gran deportista olímpico. Esta comparación es muy difícil. ¿Cómo comparar a Phelps con Gebrselassie o Nadia Comaneci o Vera Kaslavaska o Daley Thompson? No se puede. La natación es un deporte muy específico. Phelps es extraordinario, pero no el mejor de todos los tiempos.

¿Quién es el más grande?

Yo antepongo mi deporte, el atletismo. Para mí, Gebrselassie es el más grande de la historia. Y citaría a Daley Thompson, que dominó el decatlón durante diez años (aunque aquí mi opinión está sesgada, es uno de mis mejores amigos). Y añado a Jesse Owens, por su talento y por las circunstancias en las que tuvo que competir.

Gebrselassie ha huido del maratón olímpico a cambio de otro más lucrativo, el de Berlín.

Los atletas no son máquinas. Deben elegir con libertad. Nunca critico a los atletas por tomar sus propias decisiones. Sólo critico a los que deciden doparse.

¿Cómo es su relación con Steve Ovett, su gran rival?

Muy buena. Somos grandes amigos.

¿Cuándo cambió eso?

Cuando nos separamos. Él se fue a vivir a Escocia. Ahora vive en Australia.

¿Quién es el rey de estos Juegos? ¿Phelps o Bolt?

Para mí, Bolt. ¡Atletismo!

¿Sabe que Bolt comió ‘nuggets’ de pollo el día de su récord?

A mí me parece que está bien lo de no obsesionarse con la dieta. En mis tiempos, también comía nuggets de pollo... ¡Y no hacía malas marcas!

Su compatriota Tom Daley compite en Pekín con sólo 14 años. ¿Le parece bien?

Si estás rodeado de un buen equipo, sí. Conozco a sus padres, a su entrenador. Está bien rodeado. Un joven deportista debe estar con un buen entrenador y saber que el éxito requiere tiempo. En atletismo, nada bueno sucede de un día para otro. Es un largo aprendizaje.

¿Cómo ganó Londres?

Lo importante no fue mostrar cómo ibas a organizar los Juegos, sino por qué querías organizarlos.

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