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Boxeo Mayweather y McGregor escenifican el el mayor "fiasco" en la historia del boxeo

El púgil estadounidense vence por nocaut técnico al luchador irlandés. Pero eso lo de menos: todo estaba ya escrito y decidido desde antes de empezar.

Un momento de la pelea entre Mayweather y McGregor. | ARMANDO ARORIZO (EFE)

alejandro moreno (EFE)

El púgil estadounidense Floyd Mayweather y el luchador de artes marciales mixtas Connor McGregor escenificaron, como se esperaba, el mayor "fiasco" anunciado en la historia del deporte del boxeo durante su pelea la pasada madrugada en el T-Mobile Arena de Las Vegas

El resultado fue un nocaut técnico en el décimo asalto de la pelea programada a 12, dentro de la categoría del peso mediano junior, sin que hubiese ningún título en juego ni nada deportivo que resaltar.

Estel nocáut técnico fue el primero que consigue Mayweather, de 40 años, desde que lograra otro en 2011, de manera tramposa, al golpear al hispano Víctor Ortiz, cuando éste pensaba que la pelea estaba parada y le iba a dar el guante para iniciar las acciones.

Después de completar el espectáculo de mal gusto con su salida al cuadrilátero, ambos peleadores se enfrentaron sin ningún tipo de rubor ante unos aficionados que fueron a ver una "farsa" de combate.

En la que todo estaba ya escrito y decidido, incluida la aprobación de la Comisición Atlética de Nevada, que permitió que uno de los mejores púgiles en la historia del boxeo se enfrentase a un peleador debutante.

Pero el dinero estuvieron por delante de cualquier otra consideración y Mayweather hizo buenos todos los pronósticos al vencer a un rival que no fue ni tan siquiera sparring de calidad sobre el cuadrilátero, pero que a cambio se llegó una bolsa asegurada de 30 millones de dólares.

Los dos luchadores, que se dedicaron a decir un sinfín de obscenidades, vulgaridades durante semanas, y que prometieron un combate épico en el que destruirían al rival, al final demostraron que ni tan siquiera tienen palabra.

Hablaron mucho, prometieron todo, y al final como ya habían anticipado los verdaderos amantes del deporte del boxeo no ofrecieron más que un espectáculo "lamentable" desde el punto de vista deportivo.

Mayweather se dedicó a observar como McGregor, sin ningún tipo de velocidad, ni movimientos en sus manos, apenas sacaba con cierta clase el directo de izquierda. Y menos clase tenía el irlandés en los pies, siempre abiertos, lo que permitió a Mayweather ganar en la puntuación de los jueces sin hacer nada.

A partir del cuarto asalto el combate empezó a parecerse más a un entrenamiento que a otra cosa. Mayweather comenzó a colocar las manos que quería con las combinaciones al cuerpo y a la cabeza, como había anticipado su padre; McGregor comenzó a  boquear pidiendo la hora.

Todo estaba ya acabado. La historia de los otros asaltos no fue más que ver como Mayweather seguía con su exhibición, para colocar los golpes que quería con su mano derecha, mientras que su rival aguantaba para por al menos con su corazón justificar en parte los millones de dólares que tenía también ya asegurados.

De esta manera se llegó al noveno asalto, donde Mayweather junior castigó con más dureza a McGregor que apenas pudo acabarlo, pero al inicio del décimo el excampeón invicto se cansó de seguir con el entrenamiento y le colocó varias series de combinaciones al peleador irlandés de 29 años que ya apenas se mantenía en pie.

McGregor no respondía a ninguno de los golpes y el árbitro de la pelea Robert Byrd, que estuvo igual de mal que los luchadores —tendría que haber parado antes el combate— decidió que ya no tenía sentido que siguiese recibiendo un castigo que de verdad le pudiese afectar su integridad física.

De esta manera, Mayweather mantiene su imbatibilidad como profesional, al dejar su marca en 50-0, con 27 nocáuts, la mejor de todos los tiempos. Supera así a Rocky Marciano (49-0), con el que estaba empatado.

Muchos creyeron, que si ya era poco "ético" enfrentarse a un peleador de artes marciales mixtas que no había hecho un solo combate de boxeo, más lo sería si al final contaba la pelea para su marca.

Nada de eso le importó a Mayweather, ni el que a partir de ahora sea recordado como el púgil que estando en la cima y habiendo demostrado ser de los mejores de todos los tiempos, al final "traicionó" a la integridad del deporte del boxeo.

Además, el triunfo dejó a Mayweather con una bolsa asegurada de 100 millones de dólares, que puede incrementar, al igual que la de McGregor, en base a los ingresos que puedan darse por la venta de los derechos de televisión de pago.

De acuerdo a los organizadores se espera que puedan batir marcas: el evento fue televisado en todo el mundo.

Para suerte del deporte del boxeo, Mayweather declaró que este combate montado contra McGregor será la último de su carrera profesional.

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