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"Me fijaba en Riquelme, De la Peña y Guti"

El asistente del Atlético. Aprendió a jugar por detrás del punta, como enganche. Si quiere ser titular, tendrá que ganarse la vida desde la izquierda

LADISLAO J. MOÑINO

Algo así como Jurado pero en zurdo. Un abanderado del último pase que aspira a sentar a Simao. Fran Mérida (20 años, Barcelona) acaba de llegar al Atlético, su equipo del alma, y ya le toca pelear por un título. El viernes, en laSupercopa de Europa.

¿Cómo nace un colchonero en Barcelona?

Cuando tenía seis años, por el doblete. Nunca he venido de aficionado al Calderón, pero sí que vine un par de veranos a hacer las rutas del estadio.

¿Conoce la sensibilidad del Calderón?

'A Forlán le gusta jugar al límite del fuera de juego; el desmarque del Kun es más de potencia'

Conozco la historia más reciente. La más antigua menos.

¿Qué jugador le gustaba?

Mi ídolo siempre fue Kiko. Y ganadores como Simeone. Fueron buenos años los del doblete, hay que recuperarlos.

¿Cuándo se da cuenta de que su experiencia en Inglaterra está agotada?

Cuando tengo la posibilidad real de venir aquí. Hasta entonces estuve muy a gusto, pero mi situación deportiva no era la que yo deseaba.

¿No se veía capacitado ya para convencer a Wenger de que podía contar más?

No, simplemente él no me garantizaba minutos ahora, llevaba dos años casi sin jugar y no era bueno para mí. Necesito competir para aprender. Si no, tu progresión puede quedarse parada. Por eso le dije a Wenger que me iba si no me garantizaba minutos. Y aquí tenía la oportunidad de venir a un equipo grande con el cual me siento identificado.

¿Cómo le despidió Wenger?

Me deseo mucha suerte y que siguiera trabajando. Siempre se portó como un caballero.

¿Qué absorbió de Wenger?

Tácticamente, mucho, y también preparación física. Me enseñó a jugar por la izquierda. Su idea de fútbol es tratar bien el balón, cuidarlo y llegar al éxito a través de él. Es una filosofía preciosa.

En la izquierda también le está colocando Quique.

Los pocos minutos que tuve en el Arsenal jugué en esa posición, nunca había jugado ahí. Al principio estaba un poco verde, sobre todo en colocación. Wenger me daba pautas y ahora con Quique estoy descubriendo matices que desconocía para ayudar al lateral o movimientos para ofrecerme.

Quique le pide mucho sacrificio a los de banda.

Soy joven, tengo 20 años

¿Ha perdido cuatro kilos?

Llegué con 75 kilos y estoy con 73, pero ya el año pasado había perdido otro par. Voy al gimnasio, cuido mi alimentación y ayuda que la pretemporada es dura. Ahora estoy más definido muscularmente. El año pasado no jugaba y ahora llevo cinco o seis partidos.

Arriesga mucho en el pase.

Hay zonas del campo en las que puedes tomar riesgos. No siempre te va a salir bien, pero si te sale, dejas al delantero solo. En la posición en la que juego tienes que tomar ese riesgo, pero sé que en el medio del campo no puedo arriesgar. Me siento cómodo dando el último pase y lo seguiré intentando. Muchas veces es un tópico, pero para mí es la realidad: dando el pase me siento mejor que marcando. Es la satisfacción de ver a tu compañero, de tener precisión. Desde pequeño lo he intentado. Me fijaba en Riquelme, De la Peña o Guti. Ese sitio de mediapunta es mi posición natural.

¿Ya le ha tomado la medida a los desmarques de Agüero y Forlán?

He tenido poco tiempo, he jugado prácticamente un partido o dos con ellos. A Forlán le gusta jugar al límite del fuera de juego y los desmarques de Agüero son más de potencia.

¿Qué le queda de la escuela del Barça?

Muchas cosas. La filosofía que hay ahora en el primer equipo es la que te inculcan desde pequeño. Esa manera de tocar, de cuidar el balón... la misma idea que en el Arsenal. Es una filosofía que le está dando muchos éxitos al Barça. Allí tengo grandes amigos, fueron años que no voy a olvidar.

¿Hubiera tomado la decisión de irse al Arsenal con Guardiola de técnico del primer equipo?

Tenía 15 años, eso nunca se podrá saber, pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Guardiola ha traído una mentalidad de darle oportunidades a la cantera como Pedrito o Busquets.

¿Cómo era su relación con Cesc en Londres?

Cuando llegué me ayudó mucho con el idioma y la adaptación, siempre le estaré agradecido. Cuando llegas allí estás jodido, no entiendes nada y lo que hizo por mí nunca lo olvidaré.

¿De la cultura inglesa que se trae?

El inglés, amigos y una ciudad que me encanta, que es Londres. Eso sí, traté de adaptar algunas cosas de la vida española. No me vi capaz de cenar a las seis de la tarde, lo hacía a las nueve y media o a las diez.

Usted conoce a Benítez.

Es muy competitivo, planteará un partido duro, difícil de jugar. Nunca he jugado una final, supongo que habrá respeto, pero tenemos que intentar asustarles. Si salimos con demasiado respeto ellos se agrandarán.

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