Público
Público

La mosquetera más veterana

La tiradora Luan Jujie compite en Pekín con 50 años

ANDREA RODÉS

A pesar de llevar más de 20 años fuera de China y de competir representando a su país adoptivo, Canadá, la tiradora Luan Jujie es recibida en Pekín como una heroína nacional. A sus 50 años, Luan compite hoy contra la tunecina Ines Bobakri, de 19 años, sin muchas esperanzas de ganar. Pero no le importa demasiado. El sueño de esta mujer, que logró la única medalla de oro para China en este deporte en Los Ángeles’84, era poder participar en unos Juegos en suelo chino.

“Eres demasiado mayor, ¿por qué no te limitas a entrenar a la segunda generación?”, le preguntó su antigua entrenadora, Zhuang Xingdi. “Mi primer sueño era ganar la medalla de oro. El segundo, competir en unos Juegos en mi país. Si no hubiera sido Pekín no me hubiera molestado”, dice Luan.

Su leyenda empieza en 1977, después de su participación en unos campeonatos juveniles de esgrima celebrados en España. En pleno duelo, Luan fue herida en el brazo por su contrincante, una atleta de la URSS, pero en lugar de retirarse siguió luchando durante dos horas, con el brazo sangrando, y consiguió acabar segunda.

Al regresar a China, la esgrimista fue convertida en un icono nacional, ya que encajaba con el “espíritu socialista y patriótico” que Mao Zedong quería para los atletas chinos. Su historia acabó apareciendo en los libros de texto.

Dotada de cualidades físicas excepcionales, Luan, uno de los siete hijos de un soldado retirado de Nanjing, fue enseguida reclutada por la escuela de deporte de la ciudad. Su entrenadora, Zhuang, consiguió que en menos de

un año entrara en el equipo nacional, se hiciera con diversos premios de competiciones nacionales y la acompañó hasta los Juegos de Seúl’88. Al año siguiente, Luan emigró a Canadá con su marido. En Sidney fue descalificada en la primera ronda. A pesar de los malos resultados de los últimos ocho años, Luan no paró de luchar hasta lograr clasificarse para Pekín. “Ahora soy feliz. Participar es algo que el dinero no puede comprar”, dice Luan.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?