Obligada a disputar el preolímpico para coger plaza en Pekín, Alemania recurrió a una treta para que Dirk Nowitzki no se sienta tan solo en estos Juegos. En un visto y no visto, y con la ayuda de Wolfgang Schäuble, ministro de Interior germano, el pasaporte estadounidense de Christopher Kaman pasó a ser el alemán. Así que desde el pasado julio, el pívot de Los Ángeles Clippers, nieto de alemanes, forma pareja con el de la estrella de los Mavericks. Y no se entienden nada mal: con 14 puntos de promedio, Kaman sucede a Nowitzki (18) en la lista de anotadores de la selección dirigida por Dirk Bauermann. 'Con Kaman', constata el seleccionador español, 'son un equipo más fuerte'.

No es Alemania aquel equipo que frustró a España en el Europeo de Serbia de 2005 ni la selección el grupo que sucumbió ante el poder de Nowitzki, entonces en plena eclosión NBA. Pero tampoco era China un rival de empaque -sólo una vez en su historia ha perdido España con los asiáticos, en el Mundial de 1994- y a punto estuvo de convertirse en el primer equipo en derrotar a los campeones del mundo en este torneo. Los germanos, además, encajaron ayer su primera derrota ante Grecia (87-64).

Maestro del juego psicológico, del tira y afloja con los jugadores, a Aíto el susto con China le vino de perlas. Con la sufrida victoria en el bolsillo y Nowitzki asomando en el horizonte, en horario matinal (tres de la madrugada del miércoles en España, nueve de la mañana en Pekín), el seleccionador desmenuzó el encuentro, pasó de puntillas por los aspectos que menos le interesaban, los positivos, y rentabilizó los negativos, una lección para lo que les aguarda. 'Si no respetamos a los rivales y pensamos que ya hemos ganado antes de jugar el partido', alertó el técnico, 'con Alemania nos pasará lo mismo'. Aviso para navegantes. Aíto sabe de lo que habla.