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Nadal, contra Djokovic y la psicología

Rafa busca en Australia su 11º Grand Slam

GONZALO CABEZA

Es imposible no pensar en ello. Está en el ambiente, nubla la vista y desespera. Seis derrotas consecutivas son una afrenta y una tortura. No haber ganado a Djokovic en 2011 es una pesada carga para Nadal. En realidad, es la única carga. El tenista español vive con ese lastre que el pasado año le presentó como un abonado a perder. Sin embargo, fue claramente el segundo mejor del circuito. Hoy, en Australia (Canal+, 9.30 h.), jugará su cuarta final de Grand Slam consecutiva, un insuficiente éxito. La exigencia es la victoria, todo lo demás se pierdecomo lágrimas en la lluvia.

La psicología juega del lado de Djokovic, negarlo sería una necedad que nadie comete. 'La ventaja mental es para él y es favorito por jugar en la pista que le va mejor. Después de lo que ha ganado, su confianza está por encima', comenta Nadal sobre su batalla. 'Tal vez tengo una ventaja mental porque he ganado seis finales con él en 2011 y he tenido mucho éxito cuando nos hemos enfrentado. Pero es un año nuevo. Es un nuevo desafío', conviene Djokovic. Para estas obsesiones también hay pastillas en forma de frases hechas. Nadal no quiere darle trascendencia a la cita, pensar que hoy será un día más en la oficina. 'No tengo casi nada que perder. He sumado ya más que el año pasado, he empezado mejor de lo que hubiera imaginado, tanto de nivel mental como tenístico', asegura el balear, que se impuso a Federer en semifinales y hoy busca su undécimo grande. Tantos como Rod Laver y Bjorn Borg, miembros por derecho propio de las estancias más lujosas del olimpo del tenis.

Más allá de los juegos de mente, protagonistas siempre en ese ajedrez aeróbico que es el tenis, tendrá que jugar como nunca para ganar. 'Debo jugar agresivo y mi mejor tenis porque, si no, es prácticamente imposible', acepta Nadal. Su ventaja, la carta que puede cambiar la partida, es el físico. Ha gozado de un día más de descanso y su semifinal fue menos dura que el titánico partido de Djokovic contra Murray. El español le quita importancia a lo que es un hecho. 'Si yo me recuperé del partido ante Verdasco a 5 horas en 2009, lo lógico es que él se recupere de un partido que fue un poco menos intenso y en el que jugaron un poquito menos de tiempo', comenta. No se cree que Djokovic sufra mucho: 'Lo ves con gestos de cansancio durante el partido, pero dos horas después sigue corriendo igual. No sé hasta que punto es real o quizás un escudo'.

La bielorrusa Azarenka arrasó a Sharapova en la final femenina. La nueva número 1 del mundo consiguió su primer grande con un contundente 6-3 y 6-0 en el que la rusa no pudo hacer prácticamente nada.

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