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Nadal ejerce de número uno

Derrota al francés por 6-0, 6-2 y 6-4 y da a España el tercer punto necesario

LADISLAO MOÑINO

Con comodidad, sin hacer más que lo debido para ganar, Nadal metió ayer a España en su tercera final de Copa Davis en los últimos cuatro años, la octava en su historia. El rival será Argentina y Valencia apunta como sede para acoger la cita los días 2, 3 y 4 de diciembre. Con todo decidido, Verdasco puso el 4-1 ante Gasquet.

La jornada para Nadal fue redonda. Evitó medirse a Djokovic en Serbia, en un duelo que se presumía caliente por la comicidad de su bestia negra y el fervor de la afición plavi. Una mezcla explosiva capaz de sacar de quicio a cualquiera. 'En Argentina tengo más amigos que en Serbia', dijo Nadal tras desembarazarse en tres sets de Tsonga

Una plaza de toros, España, tierra batida y, enfrente, el mejor especialista sobre esa superficie. Demasiado para que Tsonga evitara que Nadal cerrara la eliminatoria en algo menos de dos horas. Si el francés tenía algún plan para evitar que su rival plasmara su superioridad se le acabó en el primer set (6-0). Sus errores no forzados en sus intentos iniciales de aguantar los peloteos le hundieron. Nadal le mandó unas cuantas bolas altas sobre su revés y Tsonga se las jugó a palazos imprecisos. Enseguida se dio cuenta de que la ley de la gravedad juega en su contra sobre tierra batida. Tsonga es demasiado pesado para deslizar y acompasar golpes ganadores sobre la arena. Le sobra antebrazo para el golpeo de derecha, pero sus pies parecen pegarse a la arena roja.

Así que en el segundo set, Tsonga se la jugó a ser Tsonga. A ver qué pasaba aplicando el saque y volea. Le hizo algo más de pupa a Nadal cuando logró meter el primer saque, que no fue todas las veces que hubieran sido necesarias.

Los medidores señalaban servicios a más de 200 kilómetros hora, pero sin el control necesario. Cuando mejor sirvió sorprendió a Nadal con un par de dejadas, hasta que el manacorí le tomó la medida. Le rebasó con algunos golpes majestuosos desde el fondo e incluso también encontró respuestas a las voleas cortadas de Tsonga con contradejadas. Hasta con un globo Nadal retrató al francés. La patada de este a una valla tras deslizar mal resumieron su impotencia en un hábitat inhóspito para él: una plaza de toros, España, tierra batida y Nadal...

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