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Nadal salva el desastre español en Río

El manacorí vence al italiano Andreas Seppi por 6-3 y 6-3 tras las derrotas de Muguruza, David Ferrer y Carla Suárez. Sólo Bautista le acompaña a octavos de final

Nadal celebra su victoria ante Seppi en los Juegos Olímpicos. REUTERS/Kevin Lamarque

AGENCIAS

RÍO DE JANEIRO (BRASIL).- Rafael Nadal se impuso al italiano Andreas Seppi por 6-3 y 6-3 para situarse en los octavos de final del torneo masculino de Río 2016 y salvar el desastre español de la jornada, que contempló la eliminación de David Ferrer, Carla Suárez y Garbiñe Muguruza.

Nadal, para el que cada minuto sobre la pista es oro después de sus dos meses de ausencia de las canchas por culpa de la muñeca, se enfrentará en octavos con el francés Gilles Simon, que batió al japonés Yuichi Sugita por 7-6(3) y 6-2.

A pesar de la buena pinta que presentaba el panorama del tenis español en Río 2016, Rafael Nadal vuelve a quedarse solo. Al menos en el cuadro individual. Junto a él sigue Roberto Bautista, que obtuvo el lunes su pase.

El tenista español, que ha ganado a Seppi en seis de los siete encuentros que han disputado hasta ahora, incluido el del año pasado en Hamburgo, el más reciente, fue sólido. Tuvo momentos de buen tenis. Y supo solventar cualquier atisbo de contratiempo que advirtiera de su rival.

El italiano, 71 del mundo y que no gana un torneo desde el 2012, cuando se llevó el trofeo en Moscú y Belgrado, dos de los tres premios que completan su palmarés, no encontró la manera de llevar las dudas al español.

Empezó fuerte el español que se situó con 3-0 de entrada. la renta le sirvió a Nadal para encauzar el set, que se apuntó con solvencia. Seppi intentó reaccionar y mantuvo el equilibrio en el segundo hasta que el número cinco del mundo, campeón en Pekín 2008, rompió en el cuarto parcial y marcó las distancias. Cerró el partido al resto Rafael Nadal y después de una hora y 48 minutos, para progresar en Río. Le espera Gilles Simon.

Pobre actuación de Muguruza

La Armada sufrió un duro palo en una aciaga jornada. La tercera cabeza de serie, Muguruza, fue la última en caer en una pobre actuación en la que no supo dar continuidad a sus dos primeros encuentros. La tenista nacida en Caracas estuvo errática con su servicio y se mostró incapaz de meter mano a su inspirada rival.

Como si de una pesadilla se tratase, la hispano-venezolana sufrió un break tras otro ante la puertorriqueña Mónica Puig. Puig puso un sonoro 4-1 en el marcador que no dejó escapar rompiendo de nuevo a la vigente campeona de Roland Garros. Muguruza realizó cuatro dobles faltas durante el primer set y cometió 15 errores, con un apenas 47% de primer saque. Puig, que derrotó a Pavlyunchekova y Hercog en la primera y segunda ronda, volvió a romper el saque de Muguruza en el primer juego del segundo set tras una nueva doble falta de Muguruza. La número cuatro del mundo sufrió para recuperar la desventaja pero de nuevo se vio condenada por su baja efectividad al saque.

Muguruza, durante su partido contra Puig. REUTERS/Kevin Lamarque

Muguruza, durante su partido contra Puig. REUTERS/Kevin Lamarque

Por su parte, Carla Suárez, que el lunes se deshacía sin problemas de la croata Ana Konjuh, se vio obligada a hacer gala de su fortaleza mental, como hiciera en el estreno ante Ana Ivanovic, en un duelo de octavos de final que se le complicó en el primer set. En el segundo juego, la duodécima del mundo cedía su servicio y, aunque respondía con un contrabreak, volvía a sufrir un nuevo quiebre por parte de la número nueve del ranking WTA en el sexto para despedirse de la manga con derrota en menos de media hora.

Un break en el segundo juego le valió para llevarse el segundo parcial al mantener su saque, por lo que todo se decidiría en el tercero. En él, ambas jugadoras se repartieron dos roturas para cada una hasta que en el octavo y último juego Keys firmaba un quiebre que eliminaba a la de Las Palmas tras una hora y 37 minutos de juego, en un partido en el que la norteamericana firmó 38 winners y la canaria ocho.

Ferrer desperdicia tres bolas de partido

Mientras, David Ferrer no ha podido colarse en los octavos de final al caer contra todo pronóstico ante el número 84 del ranking ATP, el ruso Evgeny Donskoy (6-3, 6-7(1), 7-5). El alicantino, que en su estreno en el Centro Olímpico de Tenis se imponía con comodidad al uzbeko Denis Istomin (6-2, 6-1), se topó con demasiados obstáculos en el ruso, al que se había impuesto en su único enfrentamiento en el circuito -este año en primera ronda de Roland Garros (6-1, 6-2, 6-0)-.

De hecho, el de Jávea, duodécimo del mundo, mantuvo intacto su servicio en el primer set. Eso sí, salvó dos bolas de break en el quinto juego antes de acabar con las dudas con una rotura en el siguiente, que a la postre le valdría para llevarse la victoria en la manga. Un nuevo quiebre en el tercer juego del segundo parcial parecía encarrilar las cosas para Ferru, pero el ruso le devolvió el golpe en el sexto y la igualdad tuvo que dilucidarse en el tie-break; en él, Donskoy se mostró intratable y equilibró la contienda.

Así, el pase a octavos se decidió en el tercer set, que comenzó con pérdida de servicio del alicantino. Sin embargo, pudo resarcirse en el cuarto con una nueva rotura, pero en el décimo juego desperdició hasta tres bolas de partido. Los errores hicieron mella en el español, que empezó a mostrar dudas en el momento más inapropiado. Y no lo desaprovechó el ruso; en el undécimo juego le rompió y le obligó a tirar de épica, pero ya no hubo tiempo. En la segunda de sus dos pelotas de partido, Donskoy confirmó la sorpresa.

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