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El Niño ha vuelto

España inicia la defensa del título europeo con una cómoda y convincente goleada a domicilio ante un inofensivo Liechtestein

JOSÉ MIGUÉLEZ

Fernando Torres ha vuelto. El Liverpool no se fiaba aún de su salud, pero ya ha vuelto. Por eso posiblemente andaba este viernes su ejército de detractores con el gesto torcido. Creía haberle derrotado para siempre en Suráfrica, arrancado de una alineación que le necesita, pero el Niño ha regresado. Del Bosque le devolvió al lugar preferente del ataque español ante Liechtenstein, precisamente en el inicio de la defensa de un título que hace dos años rubricó un inolvidable gol suyo. Y Torres correspondió con holgura a la confianza recuperada.

Lo hizo con sus movimientos de costumbre, fijando a una defensa entusiasta pero frágil, desmarcándose, abriendo huecos a su tropa de compañeros, buscando con hambre la portería. Y lo hizo, sobre todo, con una maravilla de gol, el primero de la colección, tras una espléndida, delicada y preciosa vaselina. Desde la Copa Confederaciones, hace más de un año, no marcaba Torres en partido oficial con La Roja. Este viernes hizo dos.

El Niño recibió el primer pase, impecable, de Iniesta, al que nadie discute, que no necesitaba volver porque no se había ido. El héroe de Johannesburgo sigue subido en una nube. Jugó otra vez de fábula, le cambió la velocidad a las posesiones de España, buscó el gol como si ya fuera su especialidad y no se olvidó de su vieja virtud, colocar pases letales por donde nadie alcanza. Bueno, Xavi, que también regaló unos cuantos mientras estuvo en el campo, sí alcanza.

La ventaja de Xavi e Iniesta (luego de Cesc) fue que Liechtestein, aunque se esmeró a la defensiva, no propinó una sola patada. Toda una novedad en el libro de estilo que se han impuesto casi todos los rivales de La Roja. El modesto adversario sólo opuso un ejercicio voluntarioso, repliegue, inocencia, debilidad y, eso sí, un portero. Jehle se animó desde el primer minuto, le detuvo un remate claro a Iniesta y ya no se cansó de sacar balones. Aunque alternando sus paradas con errores técnicos. Se hartó de trabajo.

En el tanto de Villa, el meta se enredó ante un remate muy violento pero nada ajustado. Y así el actual siete de España consiguió acercarse aún más a Raúl (ya está a uno solo) en la carrera por arrebatarle la condición de máximo goleador de la historia de la selección. Villa tuvo ocasiones de sobra para adelantar al anterior portador de su dorsal (lo persiguió casi tanto como le buscaron sus compañeros, menos Pedro, para que lo consiguiera), pero se dio unas cuantas veces de bruces con esa inesperada e intermitente inspiración del tal Jehle. Y al final, a puerta vacía, con el larguero.

España cumplió con la etiqueta que luce desde hace ya unos cuantos meses. Fue otra vez el mejor equipo del mundo. Por autoridad y por estilo. Siempre cosido a la pelota, al buen gusto y a la ambición por ganar y por marcar. También ante un rival absolutamente menor, ante una catarata de facilidades, en un partido de una sola dirección, en un paraíso que invitaba más a la relajación y los excesos de confianza que a la máxima atención y la voracidad infinita.

España no se cansa nunca de ganar ni de jugar, de ofrecer una forma diferente y hermosa de practicar el fútbol. El campeón de la Eurocopa quiere también la siguiente. Y se encargó de demostrarlo desde el primer día, en Vaduz, sin sufrimientos, sudando sin necesitarlo, por simple placer o responsabilidad. Ganando y goleando. Otra vez soñando.

Liechtenstein (0): Jehle; Eberle (Rechsteiner, m.45), Martin Stocklasa, Oehri (Vogt, m.46), Michael Stocklasa; ; Wieser (Büchel, m.82), Erne, Polverino, Burgmeier; Frick; y Hasler.

España (4): Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Marchena, Capdevila; Xabi Alonso, Busquets; Iniesta (Pedro, m.65), Xavi (Cesc, m.46), Villa; y Torres (Silva, m.57).

Goles: 0-1. M.18. Iniesta roba en el medio campo, hace la pared con Torres y conduce la pelota hasta devolvérsela al Niño, quien, apretado por dos defensas, supera a Jehle con una exquisita vaselina. 0-2. M.26. Villa, de zapatazo centrado desde la frontal. 0-3. M.54. Fernando Torres, de fuerte derechazo, a pase de Cesc. 0-4. M.61. Silva, con la zurda, a pase de Busquets.

Árbitro: Yilidimir (Turquía). Amarilla a Hasler.

Rheinpark Stadion: 7.000 espectadores en Vaduz. Primera jornada de la fase de clasificación, grupo I, de la Eurocopa 2012.

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