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No siempre es fiesta

El Barça regresa al fútbol de los mortales y no puede pasar del empate sin goles ante el Athletic

GERMÁN ARANDA

Difícilmente puede alguien aguantar el ritmo de vivir sumido en una fiesta constante. Con el delirio de fútbol aún en las venas y en su último esfuerzo antes de las vacaciones navideñas, el Barça se tomó un respiro. Volvió al juego de los mortales a los que algunas cosas no le salen, se quedó sin marcar por primera vez en 22 partidos. Resacoso después de tanta goleada, en uno de esos días de lluvia fina y niebla espesa en que todo parece costar más, sacó un empate a cero ante el Athletic que, de todos modos, le da muchas opciones de pasar de ronda.

Por un día, el equipo guardó el confeti, así como Guardiola reservó a Messi, Puyol y Villa para foguear a algunos secundarios como Bojan, Keita o Mascherano. Con todo, el once inicial tenía la esencia del que viene arrollando en Liga, con Piqué, Xavi, un Iniesta avanzado a la delantera o Pedro. Este último, en estado de gracia, fue el gran agitador del primer tiempo, regalando detalles de clase y lecciones de intensidad defensiva por igual.

Los azulgrana se quedan sin marcar por primera vez tras 22 partidos

Desde que el balón empezó a rodar, supo que su dueño era el Barça y vivió en campo contrario. Los azulgrana maduraban un rondo tranquilo, sin prisas, pero el Athletic no se dejaba marear, no caía en la trampa. Tan sólo esperaba atrás, bien plantado y perfectamente ordenado, a que los locales atacaran. Cuando el Barça se asomaba al área, se encontraba con un buen puñado de -incluso una línea de nueve- hombretones robustos y fornidos capaces de expulsar cualquier balón. Aguantaban bien cuando algún azulgrana encaraba, interrumpían los últimos pases o simplemente los disparos chocaban contra sus cuerpos.

Así, el Barça jugó en tres cuartos de campo, esperando acabar de desorganizar al rival, y el Athletic se limitaba a mantener la compostura y guardar su área, asumiendo desde el principio que cada uno de los dos equipos jugaba un partido muy diferente.

Aunque no daba la sensación de que el Barça estuviera haciendo nada mal ni de que el Athletic pudiera inquietarle, el correr del reloj hizo que al equipo de Pep le entraran las prisas. Como sólo había tenido dos buenas ocasiones, de Bojan e Iniesta, en toda la primera mitad, empezó a arriesgar y a ser más impreciso en los minutos previos al descanso.

La entrada de Messi y Villa en la segunda parte no abrió el cerrojo

Saltó en la reanudación con una revolución más, tantos minutos sin marcar le parecía demasiado. No llegaba el tanto y el Athletic incluso dio un paso adelante. Pero todo fue un espejismo, pronto el partido volvió a su cauce inicial con los visitantes replegados y los de Pep sin encontrar huecos por mucho balón que tuvieran. Así que antes de que se cumplieran diez minutos de la segunda mitad, Guardiola entusiasmó a la grada dando entrada a Messi. Poco después se le sumó Villa.

Tardaron, pero fueron ellos, y un incisivo Alves, quienes llevaron la amenaza a la portería rival en la recta final. Un gol bien anulado a Villa por fuera de juego puso la miel en los labios a la afición, pero no llegó el gol ni la victoria. Hubo tiempo para una última intentona, pero la portería de Iraizoz también estaba cerrada.

0 - Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Abidal, Maxwell; Xavi, Mascherano (Adriano, m. 78), Keita (Messi, m.53); Pedro, Bojan (Villa, m.63) e Iniesta.

0 - Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, San José, Koikili; Martínez, Gurpegi; Susaeta, Iturraspe (Orbaiz, m.27), Gabilondo; Igor (Muniaín, m. 54).

Goles: No hubo.

Árbitro: Lahoz. Mostró amarilla a Martínez, Ustaritz, Orbaiz, Piqué

Camp Nou: 45.207 espectadores.

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