Ya no hay trajes chinos ni reminiscencias orientales. Las fotografías han pasado del colorido de Shanghai a la sobriedad y la elegancia británicas. Las calles de Londres, sus autobuses rojos, los trajes grises, los paraguas y las ocho mejores raquetas del año son los ingredientes de la Copa de Maestros de esta temporada. El cambio ha sido positivo: este año está en juego el número uno.

Cierto es que todas las opciones están del lado de Federer. Sólo la posibilidad aritmética de que eso cambie está en su contra. El resto de los datos le señalan a él como el patrón de la temporada. Aventaja en 945 puntos a Nadal en un torneo estructurado de tal manera que el máximo que se puede obtener es 1.500 puntos y en el que las victorias de la primera ronda (realizada por el sistema de liguilla) suman 200 puntos. Si el suizo logra mantener la posición de privilegio lograría otro hecho histórico: haber recuperado el número uno tras un año fuera de esa plaza. Sólo Iván Lendl lo ha conseguido.

El duelo de fondo se plantea entre las dos grandes raquetas del circuito, aunque ninguno de ellos es favorito para lograr el último título individual de la temporada (sólo quedará la final de la Davis para echar el cierre al año). Djokovic es el jugador que mejor llega a este final de temporada tras haber ganado tanto en París como en Basilea en las últimas semanas. El serbio podría llegar a la segunda plaza de la ATP, aunque las posibilidades de que eso ocurra son casi nulas. Para conseguirlo tendría que vencer todos sus partidos del torneo y que Nadal no ganase ninguno.

En realidad, el actual número dos del mundo no tiene una relación buena con el Masters. Con su planificación de calendario siempre llega justo de gasolina. Además, se trata de un torneo bajo techo y en pista rápida, condiciones contrarias al juego del balear.

España confirma estos días en Londres su condición de primera potencia del tenis: es el único país con dos representantes. Además de Nadal participa Verdasco, que se marcó como uno de sus objetivos del año estar en este torneo. Su temporada ha sido excelente, se ha afianzado entre los mejores y ahora tiene días para disfrutar. Hoy se enfrentará a Federer, el maestro de maestros que ha ganado en cinco ocasiones el título.